Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 6 de enero de 2014

El gigante y la muñeca

Bonsoir mes amis

Bienvenidos una vez más a una noche junto a nosotros, sus inmortales favoritos, Avicus abre la noche de Reyes con un texto dedicado a Zenobia. No sabemos donde está, pero el gigante bonachón de nuestro amigo sigue buscándola y amándola con ternura.

Lestat de Lioncourt

Aún recuerdo tu cabello danzando en medio de la noche, confundiéndose con la propia oscuridad, mientras tus ojos acechaban con esperanza tatuada en tus pupilas. Me buscabas. Querías que te rodeara con delicadeza y me arrodillara a tus pies para besarlos delicadamente. Eras tan hermosa, tan condenadamente bella, que incluso la propia naturaleza parecía sentirse impactada y envidiosa.

Me arrodillé frente a ti. Un gigante frente a un pequeño ángel de proporciones delicadas, ojos enormes y labios sensuales. Eras una niña mujer, pues todo paró en la adolescencia y tu inocencia aún permanecía como mácula pero tu perspicacia femenina brotaba de tus pequeños pechos. Eras sencillamente hermosa. Quise colocar en tus delicadas hebras nocturnas hermosas flores silvestres, como si fueras una de las hadas del bosque que danza entre los arroyos y matorrales.

Te convertiste en la figura a la cual rogaba cada noche caricias sobre mi rostro y tus manos colocadas sobre mis cabellos. Te veías tan frágil, hermosa y diferente que creía en ocasiones que eras parte de la fantasía de un hombre desesperado por encontrar una señal en este mundo. Tus pestañas eran mariposas que se abatían dulcemente sobre tus mejillas de hermosos campos de amapola sutilmente nevados, como si fueras una muñeca perfecta que permanece estática en su vitrina enamorando a todos. Te transformaste en mi pequeña muñeca a la cual proteger de la intemperie y de los bruscos juegos del destino. Quise amarte eternamente y besar tu pequeña boca con tiernos besos infantiles, recorrer con mis manos las tuyas y sollozar aferrado al borde de tu vestido.

Una adolescente eterna junto a un guerrero que perdió su espada. Tus manos eran frías, como mi cuerpo, pero parecían esculpidas en un mármol delicado. Cuando sentía tu cuerpo junto al mío, tus manos sobre mi ancha espalda, olvidaba las muertes en los campos de batalla y la soledad de la jaula de madera en la cual yací preso durante siglos sin primavera.


Vuelve a mí pequeña criatura. Por favor vuelve a los brazos de este inmortal que solloza por tu vacío y siente su corazón temblar junto al viento del oeste. Tú mi ángel, mi dulce doncella, la niña perdida en la ciudad de Constantinopla y el vampiro más dulce que he contemplado... eras muerte dulce y veneno en la piel.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt