Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 1 de febrero de 2014

Píntame alas negras

Aquí traigo un texto que me ha pedido Armand que suba para explicar como se siente cuando contempla a Marius o después de una de sus visitas. 

Lestat de Lioncourt


Son tan negras como la profundidad de las aguas nocturnas. Tan negras como mis pensamientos y los tuyos. Alas negras como el amor prohibido que te profeso y que no quiero entregarte. Siento que cada día crece más en mi interior la falsa necesidad de pertenencia. Tú me has hecho temblar como si fuera una hoja y me has vuelto débil cuando era fuerte. Has creado en mí un vínculo que me atará por siempre a lo que eres y serás. No tienes compasión con mi alma. Dices amarme pero sólo demuestras que tu egoísmo puede más.

Quiero que me golpees con tus ojos fríos y esa sonrisa bondadosa que me arranca la piel a tiras. No necesito los latigazos de tu indiferencia o las mentiras que puedas ofrecerme. Mata mi alma a golpes, hunde en la miseria cada esperanza y provoca mis lágrimas porque es lo único que sabes hacer. Tu amor es veneno. Eres tan tóxico y cruel que me arrastra hacia un sendero donde sólo hay zarzas que arden sin control.

Tú. Eres tú. Sólo tú. No hay nadie más. Tú el que me ha condenado y me ha dado unas alas que no deseo. Me has hecho volar como si fuera Ícaro y finalmente me has aplastado el cuerpo con tus pies de Goliat. No te ha importado nada alzar el puño contra mí, convertirte en un tirano con un látigo demasiado rápido y unos ojos llenos de odio ciego. ¿Dónde ves tú el amor? ¿Dónde está tu amor? Eres el maestro del dolor y la desesperanza. Me has hecho caminar a ciegas sintiendo que el mundo se quebraba bajo mi peso. Y para colmo tienes la desvergüenza de decirme que tus actos son causados por tu amor.

Eres egoísta y caprichoso. Me has usado como usas tus pinturas sobre tus lienzos. He sido una de tus mejores obras, me has expuesto al mundo sin importarte lo más mínimo si sufría y finalmente me has dicho que me amas en un murmullo a penas audible. ¿Qué temes? ¿Temes saber la verdad? ¿O quizás no valgo lo suficiente? ¡Dímelo! ¡No guardes silencio!


Detesto como me condenas. Te odio por ello.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt