¡Feliz sábado! Hoy el maestro Marius trae algo especial para Pandora. Tal vez ha recapacitado ¿no creen?
Lestat de Lioncourt
Jamás reconozco mis errores hasta que
son tan terribles que terminan siendo una despiadada roca que cae
sobre mí, me aplasta y me hunde en los pensamientos más terribles.
He pintado mil veces tu rostro y he deseado naufragar en tu cuerpo.
Ni siquiera recuerdo la última vez que pude abrazarte. Sin duda
alguna eres el recuerdo más despiadado que tengo, pues apareces en
mis noches solitarias como si fueras real en mi mundo. Extraño tu
cabello rozando mi torso mientras me abrazas y también tu voz
quebrándose antes de soltar las palabras más hirientes.
No sé quien tiene razón. Ni siquiera
deseo saber si alguna vez tuvimos razón. Sólo me pregunto porque tú
y yo hemos terminado de este modo. Parece como si el mundo se pusiese
en nuestra contra o tal vez somos nosotros. Quiero arreglarlo, pero a
la vez sé que no se puede arreglar algo que está roto y que jamás
volverá a ser lo mismo pues tiene las marcas de las heridas.
Tú siempre serás la única mujer que
ha logrado reinar en mi corazón y en mi arte. Uno de mis tres amores
y el único que no he podido retener ni un minuto más en mi
presencia, a solas y en silencio. Los siglos sin ti son una tortura
que se ha vuelto común volviendo mis noches desgraciadas, aunque he
tenido otras compañías y he conocido la felicidad. Sin embargo,
sólo tú has hecho que todo mi mundo se derrumbe y se vuelva a
construir con más fuerza.
Fiera, terca y sublime. Eres tan
hermosa cuando te enfadas que a veces no sé como responderte. Ni
siquiera sé como puedo detener a una mujer tan fuerte. No conozco
ser más poderoso que tú. Pero decírtelo es un error y suelo callar
todo este discurso. Sé que para ti soy un estúpido que desea
dominarte y es cierto. Quiero dominar esa fiera que hay en ti porque
eres un reto. Con cada paso que das me retas y los retos son
atractivos. Desearía comprenderte, pero sé que entonces desvelaría
tu mejor secreto y el muro caería así como la lujuria que siento
cuando escucho tus pasos cerca.
Es una atracción fatal. No acabará
jamás. Nosotros sabemos bien que sólo terminará esta danza de
guerra y amor cuando uno de los dos caiga. Sé bien que no caerás y
yo tampoco. Estamos condenados a necesitarnos y no aguantarnos.
Perdona la sinceridad mi hermosa y
fiera Lydia. Perdona todo lo que te he dicho, pero también quiero
que sepas que la próxima noche es posible que volvamos a discutir.
Estamos anclados a un bucle continuo. Dos personalidades fuertes con
ideas firmes que no desean doblegarse. Un día nos romperemos, pero
de momento sólo quiero verte una vez más y saber que por extraño
que sea aún me amas del mismo modo que yo lo hago.
Te amaré del mismo modo que amo mis
pinturas, como el primer día y pese a todo. Siempre te amaré.
Marius Romanus
No hay comentarios:
Publicar un comentario