Lestat de Lioncourt
Recuerdo la música y las risas,
el vino derramado y la brisa.
Recuerdo el dolor y la tragedia
asomándose en las oscuras tierras.
Bienvenidos a Kemet, mis hermanos.
¡Arrodillaos frente al Rey y la Reina!
Olvidar aquello que una vez amaron;
permitan que el sentir el poder que les
ciega.
Se alzaron malos tiempos como un negro
escarabajo,
y un escorpión nos trasmitió la
fuerza.
Reconocí el ámbar de las piedras
preciosas...
en la verde mirada de un felino de la
realeza.
Recuerdo el tiempo de la realeza
y de la mítica verdadera belleza.
Recuerdo como todo comenzó
y como perdimos el uso de la razón.
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