Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 13 de abril de 2014

Tú me enseñaste a amar

Bonsoir 

Texto dedicado a Benji y Sybelle por parte de Armand

Lestat de Lioncourt


—Siempre me he sentido perdido en medio del caos más terrible. Mis manos acarician la verdad y terminan encendidas por la brutalidad de mi alma. Mis alas fueron arrancadas hace demasiado tiempo para recordar que una vez las tuve. Aquel demonio que me hizo su ángel parece haber olvidad por completo la lealtad a mi pasión, esfuerzo y amor. Sentía que un día podría alzarme entre las ruinas de mi alma, sonreír sin contener las lágrimas y finalmente recuperar todos los recuerdos sin dolor—susurraba con mis manos colocadas sobre sus cabellos negros, algo alborotados, y sedosos. Sus enormes ojos oscuros me hacían temblar por segundos. Él me escuchaba en guardando la magia de su voz para cuando yo finalizara.

Me arrodillé frente a su cuerpo infantil y pequeño. Besé con cuidado sus manos e hice que sus dedos rozaran mis mejillas. Estaba postrado ante él como si fuera un santo. Sus hermosas pestañas se movían suavemente como si fueran mariposas, sus cejas estaban pintadas maravillosamente, y realmente parecía un pequeño perdido en medio de una pintura de Rubens, Caravaggio o Botticelli. Una magnífica obra de arte hecha de carne, piel, huesos y Don Oscuro.

—Quería un milagro en el cual el Señor haga que el vacío de mi corazón desapareciera. Necesitaba calmar mi alma que aún yacía cubierta de yagas y viejas heridas. El silencio de la soledad era un tormento terrible y notaba como sus manos me acarician cada noche, traspasando mi cuerpo y hundiéndose en lo profundo de mi corazón. Mis labios temblaban alzando palabras al todopoderoso, mis ojos derramaban lágrimas de sangre y mis manos buscaban la plegaria uniéndose a la oración—me alcé estrechándolo contra mí mientras besaba su rostro con cariño. Cubrí sus mejillas, frente, lóbulos y cuello para luego ofrecerle un beso cálido en sus labios infantiles. Besaba su cara como lo haría una madre, pues mi amor es así de intenso—. Y entonces viniste tú, cariño. Viniste junto a Sybelle para hacerme sentir pleno.

—Dybbuk—sonrió echando sus pequeños brazos a mi cuello y lo alcé del suelo riendo junto a él. Era una risa fresca como la pura nieve de Rusia.



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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt