Hermosa criatura de ojos profundos,
manos llenas de vigorosa y formidable
vida
alzadas hacia los cielos nocturnos.
Tienes un espíritu indomable oculto en
tus sonrisa.
Tu delicada piel de porcelana es
fresca,
parece irradiar su propia luz en medio
de ésta selva
en la cual el asfalto lo cubre todo
como yesca
que está a punto de incendiar tu
corazón.
Quiero abrir mis brazos antes de partir
pues deseo sentir tu cuerpo junto al
mío,
el mismo cuerpo que me hizo vivir
y que yo insuflé la magia de la
oscuridad.
Mágica criatura de tiempos oscuros
que asecha entre la frescura del bosque
el derrumbar cualquier imposible muro
con la fuerza de cientos de guerreros.
Mère ... mère ... vous êtes libre et
ferme.
Vous êtes la bête qui se cachait avec
de la gaze et de tulle.
Vous êtes l'ange gardien de cet
condamné...
Je t'aime.
Dedicado a Gabrielle de Lioncourt
de parte de su hijo Lestat de Lioncourt
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