Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 22 de octubre de 2014

Disputas, amor y venganza

Nos hemos desafiado tantas veces que ni siquiera recuerdo bien si alguna vez nos hemos sentado frente a frente, escuchado todo lo que teníamos que decir y aclarado las disputas. Creo que nunca hemos hecho tal cosa. Si la hubiésemos hecho no habríamos llegado hasta este punto. No creo que me odies. Sé que me amas. Puedo notar tu preocupación, y prácticamente tu histeria, cuando termino envuelto en algún problema. Tus ojos cafés de destellos dorados se vuelven opacos, tus manos tiemblan ligeramente y frunces más el ceño. En tu rostro, casi infantil, puedo ver a un ángel esperando ser amado. Si bien, todos sabemos que eres más bien un demonio torturado por un pasado terrible. Cada paso que has dado en éste mundo ha fallado, y es lógico que me odies. Tengo suerte y tú careces de ella.

Desearía estrecharte entre mis brazos, besar tu frente y hablarte como un hermano. No quiero ofenderte más, ni pretendo hacerlo. Sin embargo, sé que es imposible. Somos polos opuestos de una misma moneda. Ambos hemos sufrido a nuestro modo. Y cada vez que maduro, caminando entre las diversas sendas de éste prolifero y salvaje jardín, veo tus huellas con mayor detenimiento. Ojalá hubiese comprendido antes tu dolor, pues nos habríamos ahorrado disputas y lágrimas.

Te aseguro que te amo. A mi modo te amo. No es un modo común. Sabes que no soy de esos seres que demuestran directamente sus sentimientos. Lamento ser tan retorcido, o quizás tan estúpido, por comportarme como lo hago. Te juro que simplemente soy sincero, expreso mis emociones con facilidad y me involucro contigo sintiendo lo que tú sientes. Esa rabia que drena tu tranquilidad, ese deseo de ser amado y no conseguirlo del todo, tus manos golpeando la nada mientras lloras porque tienes miedo y esa necesidad extraordinaria de ser abrazado.

Si te encuentro de nuevo besaré tus mejillas, hundiré mis manos en tus rojizos cabellos y acabaré abrazándote como tanto deseas. Te prometo, maldito bastardo con rostro de niño del coro, que te hablaré con cariño e intentaré discutir contigo. Por una vez, en nuestras eternas vidas, podremos mirarnos sin rencores por unos segundos y ver el amor que nos profesamos con nuestras turbias almas.



Lestat de Lioncourt 

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt