Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 1 de diciembre de 2014

Recuerdos.

Louis la recuerda, yo también. No podemos olvidarla. Nunca. 

Lestat de Lioncourt 


Huí de ti, de mí y de todos los recuerdos. Creí que marchándome lejos, en una ciudad absolutamente distinta, podría descansar. Pero mi mente era recurrente. Te recordaba a ti, a mí y a todo lo que habíamos vivido. Podía sentir tus pequeñas manos sobre mi rostro, tus dedos enredándose en mis largos mechones ondulados y tu aliento rozando mi cuello. Eres el fantasma que vela por mi insomnio. No puedo librarme de tus palabras cargadas de rencor y odio. Siempre quise decirme a mí mismo que tendría la fortaleza necesaria para saber la verdad, pero fue devastadora.

Ahora sé que siente Lestat. Sé que sintió siempre.

Creí en tus hermosos ojos azules, aunque sabía que me mentían. Pero tú eras mi amada niña, mi pequeña, mi dulce huerfanita que siempre me recitaba con cariño cada poema y me ofrecía su mejor sonrisa. Recuerdo los primeros años en los cuales nosotros formamos una familia. Tú, él y yo. Una hermosa familia. Sé que Lestat no era el único que ambicionaba amor. Yo estaba desesperado porque quería que alguien viese en mí algo más que un monstruo. Mi familia me veía como tal mucho antes de ser un vampiro. Desde la muerte de mi hermano no había feliz, sin embargo cuando te abrazaba y olía tus cabellos me sentía a salvo. Eras mi pequeña, a la cual cuidar. Eras mi forma de mostrar al mundo que algo bueno podía brotar de mi alma. Te convertí en un trozo de mí, pero tú te transformaste en veneno.

No he podido librarme de ti ni un segundo. Creo que tampoco quiero. Si te vas de mi lado, pequeña mía, me volvería loco. No sabría que hacer. Tu recuerdo me sostiene. Sin embargo, intenté hacerlo. Huí lejos de New Orleans. Me adentré en una nueva jungla de asfalto, almas vacías y grises edificios. Miré al mundo con la desesperanza tatuada en mi corazón y me convertí en un cosmopolita. Si bien, nada tenía sentido.


He regresado a la casa que compartimos. He vuelto a mirar las viejas tabla del suelo, la decoración de las molduras, las hermosas lámparas colgando con elegancia y luz eléctrica, el sofá hermoso que solía usar para leer en los últimos años y los miles de documentos esparcidos en el bureau de Lestat. Me he puesto a llorar, dejando que las lágrimas me ahogaran, mientras él me rodeaba jurándome que el pasado ya no podría hacerme más daño. Pues, según él, ya sólo puedo hacerme daño yo al recordarlo. Pero si no te recuerdo no soy yo. Si no vuelvo la vista atrás siento que me falta algo. Nos falta algo a ambos. Nos faltas tú, a pesar de tu odio.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt