Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 3 de enero de 2015

AKASHA

Akasha y sus pensamientos. Realmente nadie se detuvo a preguntarse cuales eran. 

Lestat de Lioncourt


Vine de lejanas tierras, crucé un desierto, me asenté en un país hostil con creencias terribles para mí, acepté ser la madre de un hijo para sentirme orgullosa, deseé ser fiel del mismo modo que eran fieles conmigo mis vasallos y me convertí en algo que no era por ambición. Pero sobre todo lo hice porque me sentía sola. Aunque estaba rodeada de cientos de personas en palacio... Nadie fijaba realmente en la tristeza de mis ojos, en la preocupación de mi corazón y en la debilidad de mi alma. Me convertí en un ser proscrito y busqué, con ahínco, una solución para el vacío que se generó en mí. Pero me convertí en mármol. Una pieza de mármol a la cual adorar y usar como fuente de poder.

Sentada durante años frente a un monitor, viendo la vida pasar frente a mis ojos como si fuera el ojo de oráculo, sintiendo que el mundo cambiaba demasiado rápido y que no había tiempo. En mi cabeza escuchaba el murmullo consolador de su voz. Nadie se preocupaba por mis sentimientos. Marius me adoraba como una diosa, no como a una mujer. Aquel joven vampiro, de ojos soñadores y peligrosos actos, desapareció de la nada dejándome atada a un terrible silencio. Enkil parecía sumido en su tempestad y locura, luchando contra sí mismo y contra la verdad. Jamás lo amé de forma sincera. Amaba el poder que ostentaba, el guerrero que era, el hombre que soñaba con dirigir una nación y hacerla grande. Sin embargo, el hombre en las sombras, el muchacho pausado y solemne, siempre me pareció terriblemente banal.

Amor. ¿Cuántas religiones hablan de amor mientras derraman sangre? ¿Era yo tan distinta? ¿Estaba yo tan equivocada? ¿Por qué no aprendemos a distinguir el amor del fanatismo? ¿Por qué no acepté la mano que me tendían? ¿Qué era lo que debía hacer? Esa voz me persuadía, controlaba y obligaba a creer que el amor era doloroso y debía ser impuesto. Jamás debí escucharlo, pero él me hablaba cuando las luces se apagaban y el mundo parecía frío.

Necesitaba salir. Quería soñar con algo más que una voz surgiendo de la nada, alimentándose de mis miedos y emociones. Deseaba amor, sentir el calor de las alabanzas de aquellos que decían querer amar sin medidas. Y cuando me levanté perdí el control de mí misma. Me convertí en un monstruo. Asolé el mundo igual que los seres fantásticos de las películas de terror que tanto me atemorizaban. En mis últimos segundos comprendí que estaba equivocada. Tan equivocada como perdida. No hubo tiempo de lágrimas. Ni siquiera entoné una salve a mi alma. Sólo acepté el destino mientras me desvanecía en el tiempo y en el espacio.



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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt