Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 21 de enero de 2015

Sueños

Arjun habla de nuevo del amor por Pandora... Marius lo tiene crudo.

Lestat de Lioncourt


Los sueños son momentos que revivimos para no sentir la cruel soledad, el desaliento o simplemente una verdad demasiado terrible. Son mundos donde podemos reflejarnos en un remanso de paz o simplemente hundirnos en las terribles consecuencias de nuestros actos. Nos convertimos en héroes o villanos, luchamos contra cualquier terrible catástrofe y siempre somos recompensados. Al menos, mis sueños son siempre similares.

Ella aparece frente a mí tendiendo sus manos. Parece que el tiempo no cambió su peinado ni su atuendo. Sus enormes ojos cafés parecen dos diamantes negros. Sus labios, carnosos y sensuales, se mueven suavemente llamándome e invitándome a pasear con ella. El cabello cae en una cascada negra, muy tupida, como si fuera una de esas vírgenes cristianas de Europa. Su piel, tan tersa y marmórea, parecía la de una muñeca eterna.

Logramos conversar, como cuando la acompañaba allá donde iba, entrelazando nuestras manos mientras escucho sus periplos eternos. Una mujer de mundo, franca y diferente. Alguien que no sigue los consejos de nadie, pero los escucha porque de todo puede tomarse cierta experiencia. Analítica y sincera.

Desperté en varias ocasiones, pero no tuve fuerzas. Ella, mi creadora, había desaparecido. Yo era fiel a sus deseos, aunque no los compartía. Siempre quise custodiarla como si fuera un soldado, pese a mi título de príncipe. No me importaba mis tesoros, ni palacios y tampoco el designio de mi vida. Únicamente quería estar cerca de ella, a su lado, siendo fiel y constante. Sabía que había sufrido y por eso la retenía. Los espíritus que me acompañaron en ciertos momentos persistían. Ellos me traían noticias de su vida, susurraban en mis oídos la verdad confusa que yo tanto temía, y regresaba a los jardines donde prácticamente bebía cada una de sus lágrimas.


Me tenía miedo... porque temía el amor. Temía no comprender lo que yo sentía. Notaba cierta desesperación en cada uno de mis actos. Sin embargo, jamás alcé la voz, gesto o mirada que pudiese dañarla.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt