Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 18 de febrero de 2015

El amor que él me enseñó

Sybelle es una joven con una virtud más allá de tocar el piano... 

Lestat de Lioncourt


Muchos buscan el amor en situaciones complicadas. Desnudan su alma olvidando que el amor es un privilegio que se otorga, pero no se regala. El amor debe nacer de la complicidad, la pasión exacerbada, el pensamiento dulce de ser parte de algo más importante que la simplicidad de una vida solitaria, y que debe poseer solidaridad con los sentimientos de los otros. En definitiva, amar no es simplemente decir te amo. Amar es un estado de ánimo, una forma de vida, un pensamiento, una verdad innegable y algo tan poderoso que nos cambia la vida. Hay quienes creen que amar profundamente es entregarse en unas sábanas blancas, viajando por la sensación placentera de tocar el paraíso con la punta de los dedos, olvidando quienes somos y hacia donde caminábamos. Pero no, no es eso.

Amar es sonreír por las mañanas por el simple hecho de estar vivo. Yo sigo haciéndolo, pese a que mis mañanas son nocturnas y mi vida es eterna. Amar es la sensación de libertad que siento, o que nace de mí, cuando compongo alguna partitura. Noto como surge de entre mis dedos la fuerza, pasión y arrojo necesario para seguir creando algo, que aunque pueda parecer eterno, es efímero. Ese momento no durará para siempre, por eso hay que amarlo. Amar es abrazar más y reñir menos, escuchar más, reír más y comunicar tus sentimientos antes de explotar hasta convertirte en un monstruo ajeno a lo que realmente aprecias.

Descalza, tocando el frío mármol con cada centímetro de mis pies, camino mirando los viejos recuerdos que acumulo. Los marcos de las fotografías parecen resplandecer con frialdad, pues las sonrisas son demasiado cálidas y las miradas intensas. Él siempre está allí, frente al gran balcón, para iniciar una noche más. Tierno, pequeño y de ojos profundos. Viste elegante, aunque en ocasiones lo veo con ropa demasiado desenfadada, y usualmente con colores claros como el blanco o el celeste. Sus cabellos rojizos caen sobre sus hombros, ligeramente ondulados, y su mentón tiembla por la emoción de los sentimientos sutilmente reprimidos. Él es Armand.

El amor más profundo que siento es por él. Un amor que va más allá del amor habitual a una pareja, un confidente, un amigo, un padre, un hermano o un igual. Amo su belleza, pero no sólo la física. Pese a lo retorcido que puede llegar a ser, pues ha destrozado a cientos con una destreza increíble, tiene la ternura y la bondad de un niño. Allí, mirando el anochecer, parece recitar poemas que una vez le ofrecieron de forma confidente y amorosa.


Él, Armand, tiene una belleza especial que jamás lograré comprender ni describir. Él, el vampiro que me ha guiado por esta senda terrible, me ha demostrado que el amor aunque tarde en llegar, ya que a veces uno espera en vano durante siglos, aparece llenándolo todo de una luz especial.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt