Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 14 de febrero de 2015

No sólo por San Valentín

De Michael a Rowan. ¡Eso es amor! Y yo, reconozco aquí ahora mismo, que en parte amo a los dos.

Lestat de Lioncourt


Soy un hombre de escasas palabras. Me he mantenido a tu lado, como un guardián silencioso, observando como resolvía tus problemas mientras yo te ofrecía mi mano. Jamás me he apartado. Cuando me has necesitado he estado. Soy el hombro en el cual te has apoyado para llorar, los brazos que te han abrigado en las noches frías, los labios que han surcado tu cuerpo excitando cada milímetro de tu piel y la voz que ha susurrado la verdad, fuese dolorosa o agradable, pues no admitirías una mentira, por dulce y placentera que pudiese ser.

Siempre he creído que un hombre es como una casa. A veces se encuentra derrumbada, pero siempre se puede reconstruir sus cimientos. Los recuerdos que conservo, entre las viejas vigas y los rincones más oscuros, son terribles. Mi pasado no ha sido más que un camino de piedras, espinas y barreras. Sin embargo, nunca decidí rendirme. Nunca supe hacia donde me llevaría mis pasos, pero jamás bajé los brazos ni dejé que el dolor gobernara mi alma. Hubo momentos en los cuales zozobré, pero encontré la fuerza. Y esa fuerza, esa magnífica fuerza, es la que poseo gracias a ti.

Hoy se celebra San Valentín. Es una fecha más como nuestro aniversario de bodas. Uno más. Una fecha en el calendario que no significa demasiado. Tan sólo es un símbolo de una festividad que desconocemos ambos. Nos amamos, deseamos y complementamos como si fuéramos dos piezas idóneas en un rompecabezas imperfecto. Sin embargo, ni tú ni yo creemos en el vulgar deseo de festejar algo tan emotivo para otros.

Si yo deseo comprarte una rosa lo haré. No lo haré por una fecha inventada, el recuerdo de una tragedia o el duelo por unas monedas en el bolsillo de un comerciante. Si deseo decirte te amo, lentamente o acelerado, lo haré cada vez que pueda. Te dejaré notas, acariciaré tu cuerpo, escucharé tus lágrimas, reiré contigo y tomaré tu mano para caminar hacia un nuevo anochecer. Para mí el amor se celebra todos los días. Hay que fabricarlo lentamente a diario, reconstruyéndolo cuando haga falta y reparando cada grieta. El amor surge como una llamarada en mitad de una noche fría. Es eso que nos calienta y conmueve. Nosotros dos, a solas, somos amor sin necesidad de una fecha.


Te amo. Tan sólo te amo. Te amo hoy como te amaré mañana. Te escribiré miles de notas y susurraré miles de poemas que aún desconozco su cadencia. Haré el amor a tu alma mientras las sábanas se mojan, las manos se entrelazan y te invado como si fuese una guerra sin tregua.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt