De Michael a Rowan. ¡Eso es amor! Y yo, reconozco aquí ahora mismo, que en parte amo a los dos.
Lestat de Lioncourt
Soy un hombre de escasas palabras. Me
he mantenido a tu lado, como un guardián silencioso, observando como
resolvía tus problemas mientras yo te ofrecía mi mano. Jamás me he
apartado. Cuando me has necesitado he estado. Soy el hombro en el
cual te has apoyado para llorar, los brazos que te han abrigado en
las noches frías, los labios que han surcado tu cuerpo excitando
cada milímetro de tu piel y la voz que ha susurrado la verdad, fuese
dolorosa o agradable, pues no admitirías una mentira, por dulce y
placentera que pudiese ser.
Siempre he creído que un hombre es
como una casa. A veces se encuentra derrumbada, pero siempre se puede
reconstruir sus cimientos. Los recuerdos que conservo, entre las
viejas vigas y los rincones más oscuros, son terribles. Mi pasado no
ha sido más que un camino de piedras, espinas y barreras. Sin
embargo, nunca decidí rendirme. Nunca supe hacia donde me llevaría
mis pasos, pero jamás bajé los brazos ni dejé que el dolor
gobernara mi alma. Hubo momentos en los cuales zozobré, pero
encontré la fuerza. Y esa fuerza, esa magnífica fuerza, es la que
poseo gracias a ti.
Hoy se celebra San Valentín. Es una
fecha más como nuestro aniversario de bodas. Uno más. Una fecha en
el calendario que no significa demasiado. Tan sólo es un símbolo de
una festividad que desconocemos ambos. Nos amamos, deseamos y
complementamos como si fuéramos dos piezas idóneas en un
rompecabezas imperfecto. Sin embargo, ni tú ni yo creemos en el
vulgar deseo de festejar algo tan emotivo para otros.
Si yo deseo comprarte una rosa lo haré.
No lo haré por una fecha inventada, el recuerdo de una tragedia o el
duelo por unas monedas en el bolsillo de un comerciante. Si deseo
decirte te amo, lentamente o acelerado, lo haré cada vez que pueda.
Te dejaré notas, acariciaré tu cuerpo, escucharé tus lágrimas,
reiré contigo y tomaré tu mano para caminar hacia un nuevo
anochecer. Para mí el amor se celebra todos los días. Hay que
fabricarlo lentamente a diario, reconstruyéndolo cuando haga falta y
reparando cada grieta. El amor surge como una llamarada en mitad de
una noche fría. Es eso que nos calienta y conmueve. Nosotros dos, a
solas, somos amor sin necesidad de una fecha.
Te amo. Tan sólo te amo. Te amo hoy
como te amaré mañana. Te escribiré miles de notas y susurraré
miles de poemas que aún desconozco su cadencia. Haré el amor a tu
alma mientras las sábanas se mojan, las manos se entrelazan y te
invado como si fuese una guerra sin tregua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario