Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 14 de febrero de 2015

El amor de un Taltos

Ashlar estará congelado, pero Morrigan sigue siendo su amor.

Lestat de Lioncourt


El tiempo no logró derrumbar mis escasas fantasías. Viví en una condena que parecía no tener principio ni final. Me merecía los besos y caricias de la soledad, el frío de las sábanas en la cama vacía y el dolor incesante de saber que era el último. Lloraba contemplando los copos de nieve cayendo sobre las heladas aceras. Observaba el rostro de ajada porcelana, tan frágil, de aquella muñeca. Hablaba con ella de mi tortura, el juego cruel del destino y la desdicha de mil años sin compañía.

Pero, entonces, se obró el milagro. Un milagro que hizo que el mundo volviese a girar sin miedo. Las viejas costumbres empezaron nuevamente, como si fuese una obra de teatro mil veces ensayadas, y creí morir en sus brazos junto a su tierno y joven cuerpo. Aquellas pestañas se abrieron como las alas de una mariposa, tan tupidas como rojizas, mientras sus ojos, de un verde profundo, me ahogaron.

Fue hermoso conocerla, pues era como ver caer una estrella fugaz. Su cuerpo de mujer era atractivo y parecía vestido de lujuria salvaje. Sus manos se movían inquietas y mi boca se convirtió en la mejor arma para desnudar sus pechos. La contemplé como quien contempla una diosa. Decidí huir mientras nuestras bocas se mezclaban, nuestro ardía en mitad de un paraíso con nombre de infierno y la ropa sobraba. Un estallido de sensaciones, hormonas y recuerdos nos cubrieron provocando que el amor surgiera uniendo nuestros corazones. ¿Quién nos hubiese dicho que se helarían?

Los pétalos de flores cayeron sobre nuestras cabeza en una boda salvaje. La celebración más extraña y solitaria, pero llena de simbolismo. Nuestros hijos vinieron pronto. Nos sentimos dichosos. Vimos como caminaban y bailaban a nuestro alrededor. La leche de tus pechos se derramaba. ¡Y pensar que ellos serían nuestro mayor delito! Una familia convertida en polvo, recuerdos y tinta.


El amor que te profesé era eterno, como eternos seremos en los recuerdos guardados en el corazón de los que nos amaron. Nuestras manos por siempre estarán unidas. Jamás nos separaremos. Te amé con la humildad de un hombre solitario y con la bendición de un santo.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt