Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 31 de marzo de 2015

Dios padre, hijo...

Memnoch y las discusiones con Jesús, Dios y el Espíritu Santo... la cosa es discutir con la Santísima Trinidad. La última vez fue frente a mí.

Lestat de Lioncourt


Su muerte cambió la concepción del mundo. Muchos se giraron hacia la cruz y contemplaron la verdad que él les ofrecía. La resurrección provocó que una marea ingente de personas rogaran por su salvación, pidieran nuevos milagros e intentaran limpiar sus almas. Sin embargo, mi figura fue clave y esencial. Si no hubiese miedo al pecado, al mal más terrible, no caerían en su red de pescador de almas.

Siempre he sido esclavo de la gran tragedia. La libertad y el amor de Dios quedó en el olvido. Guardé conmigo las sensaciones más placenteras. Conviví con los hombres, me adentré en sus miedos y en las decepciones más terribles, alcé mi rostro hacia los cielos clamando piedad y ningún rayo iluminó el cielo. Yo luché arduamente por el camino de espinas que se dispuso ante mí. Pero él, el hijo de Dios, consiguió que todos se conmovieran ante su tragedia, besaran sus pies heridos y se fustigaran en su nombre.

Me convertí en el cáliz que no quiso probar. Contemplé el mundo con las guerras que él provocaría. Las divisiones serían aún más terribles. El mundo se llenaría de sangre en su nombre, pero eso a él no le importó. Pensó que al menos conseguiría cierta ventaja en mi contra. Sin embargo, seguimos jugando bajo las mismas normas, en el mismo tablero y, sin embargo, el tiempo se va consumiendo como la luz que él creyó aportar al mundo.

Puedes contemplarme convertido en un muchacho más, con una de esas insufribles camisetas de rock, el cigarrillo en los labios y la mirada perdida en mis pensamientos. Estoy caminando por las viejas, y perdidas calles, de cualquier ciudad, sin rostro y sin nombre, donde cualquiera puede ser un ángel, un santo, un demonio y un pecador. Me he convertido en un monstruo de circo, me han introducido en sus peores pesadillas y sus maravillosas obras de arte. He probado el café de diversas cafeterías, he brindado con cerveza y él sigue insistiendo que comprenda su postura. No. Las discusiones serán eternas, el bien y el mal no existe, y él debería estar agradecido. Todos me temen y por ello se doblegan a sus intereses.


Dios no es un villano, pero a veces puede ser terrible. Yo jamás dejaré de ser un monstruo, aunque tampoco soy el gran pecador que te invita a pecar con él. Tan sólo te abro los brazos, te veo como un igual y un hermano, te beso en la mejilla y te juzgo como a mí me juzgaron. Intento ser tu amigo. No quiero que sufras. Sin embargo, según Dios gracias al sufrimiento comprenderéis su mensaje.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt