Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 18 de marzo de 2015

Padre, hija y peleas que crean muros.

Quisiera que vieras el mundo como yo, pero es imposible que te pongas en mis zapatos. Comprendo tu rebeldía, tus ganas de romper los grilletes y el dolor que puedes sentir. Yo también fui obviado por mi familia, despreciado por mi juventud, vi la muerte con mis propios ojos y sentí su terrible aliento. Estuve a punto de alcanzar mis sueños más fastuosos, esos que se truncaron y que ahora son sólo polvo. Mírame cuando te hablo, por favor. Yo sé lo que sientes. Sé como eres. Sé quien eres mejor que tú.

He visto en tus ojos la rabia que aún contengo. Sé que esa fuerza que yace en tu interior provoca que tengas una actitud tan tensa. Sin embargo, no puedo evitar pensar que eres joven y debo protegerte. Algo en mí se activa cuando te tengo cerca. Quiero que seas mejor que yo, que no cometas los mismos errores, y descubro, por desgracia, que soy igual que Marius cuando me conoció.

Amaría volver a estar contigo, teniéndote frente a frente, dejando que mis labios recorran tu rostro y que mis manos no se aparten de tu cintura. Sé que el mundo ha sido cruel contigo, del mismo modo que lo ha sido con todos en algún momento. Sin embargo, ahora tienes todo lo que deseas al alcance de tus dedos. Puedes ir donde desees y hacer lo que quieras. Por favor, que una de esas cosas sea volver a caminar a mi lado, bajo las estrellas de ese pantano, mientras aceptamos nuestras diferencias.


Tú siempre serás mi hija. Jamás dejaré de amarte, desear tu compañía y añorar nuestras peleas. Cada lágrima que has derramado has provocado que yo llore contigo. Espero que algún día tus arrebatos y los míos se evaporen. Quiero derrumbar ese muro que hemos puesto, la distancia desmedida y las malas miradas que no nos conducen a nada.

Lestat de Lioncourt  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt