Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 23 de abril de 2015

Amor

Arjun es un hombre que no conozco del todo, pero no tiene buen concepto de mí. Comprendo que le parezca un irresponsable. Si bien, acepto también que es una persona sensata llena de amor. Pandora se merece ese amor.

Lestat de Lioncourt


Amar es algo más que decir la palabra amor como si lanzaras una moneda al aire. Amar es sacrificar parte de tu felicidad para que el amor fluya, camine entre tus venas y anide en tu corazón más allá de tu alma. El amor es un sentimiento que posee un poder superior a cualquier otro. Con el amor aplastas la precariedad de un mundo convertido en muros de orgullo, oscuras calles de oxidados principios y olvidados recuerdos maltrechos. Es un sentimiento que te provoca recurrir a la escasa memoria y a los sueños que parecen revolotear alrededor de tu cama. Amar es perdonar y aceptar.

Jamás quise que ella se fuese. Me negué a mí mismo ver bien sus pasos lejos de mi protectora figura. Sin embargo, guardé silencio y acepté que ella volara lejos. Dejé que se equivocara. Pues mi amor era tan grande que opté porque ella encontrase la verdad en los ojos fríos de Marius. Sabía que ella no permanecería con él durante muchos días. No es una mujer que se deje aplastar por las imposiciones de un hombre que desconoce el poder y la necesidad de escuchar a otros.

Decidí tumbarme bajo mi palacio. Me acomodé sobre mi mullida cama, acaricié mis sábanas rogando encontrarme con ella en cada aventura y de ese modo, entre pequeñas piezas de esperanzas rotas, descansé para curar mi alma. Al despertar la hallé a ella, pero no quise caminar a su lado. Tiempo más tarde cometería mi único pecado. Me alzaría contra los más jóvenes y quemaría a varias decenas. Provocaría dolor y no amor. La vergüenza me hizo huir al lugar donde siempre la esperé. Lloré. Me lamenté tanto que creí que mi corazón se quebraría. Sin embargo, su amor es poderoso y supo comprender que yo no era ese monstruo terrible. Otro ser me incitó a moverme, buscar a los más jóvenes y destruirlos. Un monstruo que no coincidía con la bondad y mis deseos de paz.

Aferrado a su cintura, con mi rostro hundido en su cuello y con sus manos en mis largos cabellos he podido soportar las heridas. Su amor curó mi alma. Ella logró que me sosegara y fuese nuevamente feliz en mitad de un drama terrible. La oscuridad se iluminaba con el resplandor de las Quemas, pero mis ojos centelleaban con el amor que siempre le tuve.


El amor puede superar cualquier tragedia. Nos hace fuertes. Provoca que seamos grandes colosos. El amor nos une y aprieta nuestras manos. Sin amor nos moriríamos como los peces fuera del agua.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt