Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 20 de abril de 2015

Una nueva tribu

Siempre he dicho que David es uno de los más sensatos. Me alegra haberlo transformado. Una de sus últimas cartas, de sus memorias. 

Lestat de Lioncourt 

Responsabilidad. Esa es una palabra que no se encuentra en el diccionario de todos y cada uno de nosotros. Tenacidad, esfuerzo, comprensión o empatía son otros dilemas comunes. No es que seamos seres desprovistos de sentimientos. La cuestión fundamental es que cada cual tiene un camino previo andado, una concepción del mundo, un tiempo sobre la faz de la tierra y un mundo interno que decide estallar ocasionalmente. Aprendí muchas palabras que adquirió mi alma. Comprendí y palpé con mis dedos el dolor, la soledad y también la derrota. Incluso cuando me he alzado victorioso he visto la derrota junto a mí, he notado como me asía entre sus brazos y ha cantando su nana devastadora.

Puedo recordar con precisión cada baldosa de mi vieja recámara en la orden. Los libros que leía, tocaba con mis dedos por el borde y acababa llevando conmigo hasta la mesilla de noche. Los numerosos informes, los cuales se amontonaban ocasionalmente en mi despacho o las corbatas que quedaron esperando mi regreso. Vienen a mi mente numerosos recuerdos. Aquel lugar fue mi mejor escuela. Aprendí que era la paciencia, tenacidad, orgullo, placer y la dichosa responsabilidad de llevar todo sobre mis hombros.

Había un gran misterio que no se resolvía jamás. La fundación de la orden era un detalle inexpugnable, así como los Ancianos que decidían y debatían nuestras misiones. Sin embargo, era algo que no me interesaba asumir del todo. Podía dejarlo para el momento de mi muerte, pues creía, por supuesto en vano, que cuando llegase me revelarían el secreto y podría poner mis pies en la tumba con total tranquilidad. Pero no morí. No puedo decir que esté muerto. Enterraron mi cuerpo, es cierto, pero yo ya habitaba a otro que se había mutado gracias a la Sangre.

Allí, entre aquellos gruesos muros y múltiples bibliotecas, tuve grandes amigos, varios enemigos y numerosas conversaciones que quedaron abandonadas a medias. Mi mejor amigo, Aaron, acabó encontrando la muerte terriblemente engañado por unos traidores. Aún siento cólera cuando recuerdo el nombre de los susodichos, aunque tuvieron su merecido. Tuve grandes ayudantes y discípulos. Sin embargo, de entre ellos, destaco a la intrépida e inquieta Jesse Reeves y a la hermosa y magnífica Merrick Mayrair.

He sido un cazador, un hombre lleno de sorpresas armado hasta los dientes. Pocas personas podían llegar a mi corazón, pues mi alma era una selva más espesa que la que cruza Brasil. Era un hombre de pocas palabras románticas, pero sí de una acción eficaz. Reconozco que amé en muchas ocasiones a compañeros míos, algunos eran hombres y otros mujeres. Merrick fue mi gran amor y tormento. Decidí dejarla a un lado por su bien, más que por el mío propio. Jesse, no obstante, era de esas criaturas que desconocían su potencial y pasado. Gracias a ella la orden logró recopilar información preciada y valiosa, la misma que usó Merrick para consolar a Louis. Información de Claudia.

Pero, a lo que quiero llegar, nunca me sentí acompañado realmente. Siempre me sentí algo solo. La soledad es beneficiosa cuando estás empeñado en encontrar la verdad. No le debes a nadie una explicación tras otra. Tú tienes el poder de ser tu mismo y de condenarte si así lo deseas. Y me condené.

Ahora, frente a las ruinas de un mundo que fue especial para mí, contemplo las estancias que fueron de Maharet, Mekare y Khayman. Eran grandes personas, pues no creo que por ser vampiros podamos ser desahuciados de ese término. Jesse era la descendiente de Maharet y Khayman. Una mujer directa que tuvo como buen amigo a Mael, un druida que según dicen aún está vivo pese a sus terribles heridas. Contemplo los papiros destruidos, las cortinas chamuscadas, la sangre, el hollín y todo lo que cubre ahora plantas que nacen sin control. Jesse está situada a mi lado, apretando mi brazo derecho con firmeza, mientras reúne fuerzas para hacerse cargo de un legado que ha quedado maltrecho.


Ella, como yo en su momento, aprenderá la palabra responsabilidad y, junto a mí, tendrá la esperanza como mejor apoyo. No hay que desalentarse. El mundo nos necesita. Somos una tribu. Todos y cada uno de nosotros tenemos un poder insólito. No importa nuestro origen. Ni siquiera importa si somos de la misma especie. El mundo entero es esa Gran Familia de la cual estaba tan orgullosa Maharet.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt