Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 13 de marzo de 2016

Ensayo sobre lo "femenino" en el vampirismo

Un ensayo que puede traer discusión entre hombres y mujeres... Daniel Molloy ha querido dar su opinión sobre el problema del hombre y la mujer. 

Lestat de Lioncourt


Hace unos días fue el “Día internacional de la Mujer” y muchas mujeres alzaron la voz por aquellas que están mudas por el miedo, la muerte o la indefensión. Sin embargo también acudimos a bochornosos espectáculos de mujeres que humillan a hombres en comentarios carentes de respeto. El feminismo ya no posee el mismo valor y respeto en la sociedad debido a la imparcialidad creciente en las últimas décadas. La denominación se ha convertido en un impulso hacia lo obsceno, estúpido y aberrante. Muchas mujeres creen que el sexo débil es el masculino y deben incluso abortar si el ser que llevan en su vientre, que se alimenta de ellas y puede ser fruto de una nueva esperanza, es varón.

En el mundo de los vampiros el feminismo evolucionó hacia otras vertientes. Son muchas las mujeres que se desligaron de lo femenino o clasificado como tal, igual que muchos hombres se atrevieron a destruir las normas que había establecidas a su alrededor. El feminismo no es cosa de mujeres, es cosa de hombres y mujeres. El feminismo es una lucha constante por un equilibrio, por una verdad, por unos valores que aún no se han establecido del todo en la sociedad y por quebrar la frágil línea que hay entre hombre y mujer. Una línea, que todo sea dicho, se inventó alguien en algún momento y ha seguido marcada como si realmente hiciese falta.

¿Qué es lo femenino o lo masculino? ¿Acaso saben algunos hombres, o mujeres, que el color rosa se estableció como masculino en el inicio del siglo XX en una revista de modas? Tal vez no. El rosa es un color más fuerte y por lo tanto se denominó masculino, pero ¿realmente tiene que ser fuerte un hombre y débil una mujer? ¿Qué nos hace fuertes o débiles? ¿Es la fuerza bruta, la inteligencia, la forma de solventar un problema o todo a la vez? Podemos ser fuertes con nuestros brazos pero nuestra mente, o el espíritu de lucha, estar en banca rota. La fortaleza no debería ser juzgada sólo por la resistencia física, pues puedes tener mayor fortaleza mental o espiritual y lograr más metas que alguien que simplemente es bueno usando la fuerza de sus extremidades.

Los hombres son los grandes perjudicados del machismo impuesto en la sociedad. Muchos luchan por la igualdad salarial de la mujer, por su visibilidad en todos los puestos de trabajo, pero se olvidan que hay hombres que aún son insultados, amenazados o vistos como “raros” al elegir profesiones típicamente femeninas. También son vilipendiandos muchos hombres que deciden ser quienes eduquen a los hijos, cuiden del hogar y se dediquen a tareas “femeninas”. Hay miles de leyes que amparan a la mujer a la hora del divorcio cuando el matrimonio no funciona, pero no tantas para el hombre. Y por supuesto, aún la sociedad no castiga de igual modo, con rechazos o manifestaciones públicas, los insultos o golpes de una mujer a un hombre que los de un hombre a una mujer.

El machismo hace ver al hombre como objeto de fortaleza, como alguien que debe ser fuerte incluso mentalmente sin dejarse llevar por sus impulsos primarios de llorar, reír cuando lo desea o mostrar cierta sensibilidad hacia actos terribles. El hombre debe ser una roca que esté contra vientos y tempestades, un ser inamovible que muestre terquedad y firmeza, pero eso no es así. Los hombres que ocultan sus sentimientos son infelices, los que quieren ser fuertes por sí mismos, sólo por haber nacido varones, son arrastrados por la corriente y terminan ahogados. Hay muchos hombres que no piden ayuda porque se les educó que un hombre no pregunta, no pide respuestas, no clama por un salvavidas cuando se está muriendo en mitad de un mar de penurias, pues un hombre debe ser fuerte y ser débiles es de mujeres.

El mayor ejemplo de ruptura de todas esas reglas sociales es Lestat. Lestat ha mostrado a toda La Tribu, la cual incluye a los humanos y otras formas de “vida”, que un hombre debe llorar cuando lo necesita y eso le fortalece. Es el mismo que ha clamado por ayuda incluso a su madre. Poco a poco ha demostrado que la soledad es una enfermedad terrible y siempre desea rodearse de todos los que ama, pues sentirse solo lo debilita y odia sentirse débil. Él necesita amor, ¿y no es una premisa que dicen que sólo busca amor la mujer y que el hombre puede vivir sin él? No. No es así. Si Lestat se ha levantado mil veces es porque se ha apoyado en otros, ha buscado respuestas a sus preguntas y ha hecho que sus lágrimas vacíen de sufrimiento su alma para continuar luchando. También ha demostrado que un verdadero guerrero no busca la el enfrentamiento sino la paz, sin embargo es algo que también podemos ver en otros viejos guerreros.

Así mismo podemos encontrar ejemplos diversos entre hombres y mujeres inmortales. De Avicus o Flavius, por ejemplo, hemos podido observar que hay hombres que aman la literatura y se emocionan con su lectura. Khayman siempre buscaba consuelo en Maharet pese a ser su guardián. Armand ha demostrado fragilidad desde el primer momento pese a la entereza de seguir hacia delante. Louis es el claro ejemplo de la sensibilidad extrema hacia ciertos asuntos. Del mismo modo muchas mujeres han demostrado ser luchadoras y romper los estándares establecidos. Quizás el mayor ejemplo de todos es Gabrielle. Ella ha decidido por sí misma vestir ropa ambigua y recorrer el mundo en solitario durante gran parte de su vida, ha ido y venido escuchando a otros, aprendió a observar y actuar acorde a lo que sentía o creía que debía hacer. Sin embargo, ha mostrado también sentimientos hacia las desgracias de su hijo y cierta ternura cuando se depositó el cadáver de Mekare en su tumba. ¿Y qué decir de Pandora? Ella no fue educada como una mujer. Su padre decidió que tendría los mismos privilegios que un hombre y lucharía con su educación sobre el poder establecido por los varones.

Los sentimientos no saben de género ni de sexo. El género es mental y el sexo es únicamente el símbolo de los genitales. Petronia es el claro ejemplo de ambigüedad. Es un ser que destruye con sus puños todo lo que podemos imaginar. Las ecuaciones no salen con la creación de Arion ni con los preceptos que se han generado en la sociedad. Como bien dijo Benjamín a Armand en “Príncipe Lestat”: No todo es blanco o negro.

Por eso mismo me molesta que se alcen voces el “Día de la Mujer” para clamar sólo por el feminismo hacia el bienestar de la mujer, pero se olvide del yugo que muchos hombres tienen por culpa del machismo y el feminismo mal encaminado. El “Día de la Mujer” debería ser una fiesta para celebrar la vida que da la mujer en la naturaleza, el abanico de color que esta ofrece, y para educar a las futuras generaciones en no caer en errores del pasado. Este día debería ser para recordar que lo femenino no es el rosa, pero que tampoco lo es el azul. Debería hablarse menos de las diferencias entre hombres y mujeres… ¡Pues no existen! Este día debería mostrar mayor acercamiento del hombre a la mujer y la mujer al hombre. Tal vez me gano enemigo al escribir estas líneas pues piensan que desprecio la lucha feminista y no es así. Simplemente os estoy demostrando que lo que tacháis de femenino no lo es y lo que ensalzáis como masculino tampoco lo es.


Quizás la inmortalidad nos hace más libres, más sabios, más poderosos… pero somos igual de débiles si no estamos unidos. Nos hemos unido hombres y mujeres de todas las especies para luchar contra una gran catástrofe. ¿Por qué los humanos no deberían empezar a hacer lo mismo que han leído en nuestros libros? Quizá se acabarían así las absurdas guerras de sexo y dejaríamos de necesitar días especiales para clamar por justicia y respeto. 

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt