Daniel Molloy ha intentado hacer un resumen de todas las madres y las relaciones con sus hijos mortales o inmortales.
Lestat de Lioncourt
Hay algo que indudablemente jamás
cambiará en este mundo y es la forma de relacionarnos con las
personas más cercanas. No importa que existan grandes fórmulas para
comunicarnos a larga distancia, pues el cuerpo a cuerpo sigue siendo
primordial. Es cierto que Internet ha sofocado en cierta medida
problemas de aislamiento y soledad de cientos de personas, pues es
una gran oportunidad para conocer a otros o poder mantener
conversaciones fluidas con viejos amigos que están demasiado lejos.
Sin embargo el cara a cara en un café sigue aportando cierta paz a
estados de intranquilidad que no lograría una videollamada.
La unión es necesaria. Debemos
desprendernos de venganzas absurdas por comentarios que quizá ni
siquiera se sentían. Tenemos que abandonar por completo el hacha de
guerra y centrarnos en si realmente importa esa persona en nuestras
vidas. Podemos perdonar y debemos hacerlo. La vida es breve incluso
si eres un vampiro porque puede venir otro y destruirla. El tiempo se
escapa de nuestros dedos y nos deja sin poder realizar nuestros
sueños, pero sobre todo perdemos el tiempo alejados de quienes
realmente merecen la pena.
No hay relación más estrecha que la
familia. Tengamos una gran familia o no poseemos algo valioso que en
ocasiones es un terrible lastre. Sin embargo siempre habrá alguien
en la familia que nos comprende, que tenemos ahí cuando necesitamos
algo y que jamás se rinde. Mayormente son nuestros padres o
hermanos, pero también están tíos o primos que no dudan en acudir
cuando estamos con el agua al cuello.
Pronto será el día de las madres en
numerosos países. El primer domingo de Mayo puede considerarse un
día cualquiera para muchos, pero importante para otros. Hay quienes
no tienen relación alguna con sus madres y prefieren olvidar la
fecha. Al igual que existen personas que las perdieron y sólo pueden
recordarlas. También existen personas que han sido adoptadas y no
saben sus orígenes, gente que posiblemente aún están buscando un
nexo de unión con quien realmente los trajo a este mundo aunque no
dejen de amar a la familia que les ha dado hogar, estabilidad,
felicidad y estudios.
Por mi parte perdí a mis padres hace
tiempo. Me encuentro, por así decirlo, sólo en este mundo de Dios.
Poseo grandes recuerdos de ambos e intento no defraudarlos. Si bien
jamás supieron qué era yo. Decidí alejarme de ellos antes que
pudieran siquiera saber en los líos que me estaba metiendo. A ellos
jamás les hubiese gustado verme en peligro o arriesgando mi “vida”
por una noticia o un poco de emoción.
Sin embargo hay inmortales cuyas madres
siguen vivas y que han tenido que abandonarlas definitivamente porque
ellos no envejecían, no maduraban frente a sus ojos, y ellas
empezaban a consumirse. Lestat era el único vampiro hasta la fecha
cuya madre era inmortal como él, pero ahora su hijo Viktor goza de
tener a ambos padres vivos e inmortales. La doctora que se prestó al
experimento sigue viva y tiene colmillos, como la mayoría del
laboratorio donde el ADN vampírico está siendo aún investigado por
parte de cientos de científicos.
También existe la posibilidad que la
relación fuera tan nefasta que el inmortal acabara con su madre.
Tarquin destruyó a su madre tras unos meses como vampiro. Había
alcanzado más de un año como inmortal cuando supo la verdad de su
historia, del monstruo que le perseguía y aterraba desde pequeño, y
esto provocó cierta indignación y rabia. El fantasma que siempre le
había acompañado era su hermano gemelo, el cual falleció porque
hubo una lucha de ambos por sobrevivir en el vientre materno y
Garwain Blackwood murió a las pocas horas de nacer. Su madre rechazó
al vivo y convirtió al bebé muerto en un fantasma por culpa de su
idolatría. Patsy trató mal a su hijo, se involucró en drogas y
prácticamente se prostituía teniendo varios abortos. El joven no
soportó la verdad, la cual era más cruel de lo que él jamás pudo
imaginar, y la mató para arrojarla después a los caimanes del
pantano donde vivía.
Por supuesto hay inmortales que jamás
conocieron a sus madres como es el caso de Marius. Marius, mi maestro
y compañero, nació de una esclava y su padre lo apartó de ella
para criarlo como un romano. Intentó que su hijo bastardo fuese como
el hijo que había tenido con su esposa, pero él rechazó las armas
porque amaba la historia y recorrer el mundo narrando lo que veía.
Él carece de recuerdos de su madre aunque intentó buscar a su
familia y seguir su rastro durante siglos, pero finalmente terminó
alejándose de ella como hacemos todos salvo Maharet y Khayman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario