Bueno, alguien que sabe pedir disculpas y no como Marius... ejem... Avicus es un gran hombre.
Lestat de Lioncourt
Ya ni siquiera recuerdo cuántos años
han pasado desde la última vez que nos vimos. Creo que han sido más
de mil años. Sin embargo, sigo recordándote como si hubiese
ocurrido ayer. Tal vez debí detener tus pasos hacia la puerta, los
cuales se escucharon pesados y cansados, pero no lo hice. Estaba
seguro que el tiempo nos pondría a los dos en el mismo camino otra
vez. Creía en ese destino. Pensaba que cambiaríamos para bien con
las experiencias y las consecuencias que estas tendrían sobre
nosotros, pero me equivoqué. Sólo permití que una enorme montaña
nos dividiera por siempre.
También me siento un estúpido por no
haber acudido a la anterior reunión. Si hubiese estado allí
presente cuando Akasha despertó y se paseó frente a vosotros,
ignorando vuestras necesidades e imponiendo sus principios éticos,
habría sido de gran ayuda para apoyarte en tan duros instantes. Supe
que te sentías culpable por no haber protegido correctamente a Jesse
Reeves, la descendiente de Maharet y Khayman, pero también que te
enorgulleciste al comprobar que se convirtió en una inmortal
impresionante.
He sabido de ti gracias a otros, pero
dudo que tú supieras de mí. Vivía y vivo encerrado en libros. Me
he dado cuenta que tenías razón. Los libros son importantes, pero
no es lo único. Debía salir fuera y conversar, convivir con otras
mentes y aceptar lo diversas que son. No tomé punto medio, sólo
acepté la imposición de Marius sobre ser un sabio voraz. Creí que
la sabiduría estaba únicamente en los libros y tú la rechazabas
únicamente porque provenía de un romano.
Supongo que más vale tarde que nunca
para pedir disculpas, pues al menos me quitaré un peso de encima.
Sí, Mael. Sé que quizá no estés vivo, o que tal vez si vives no
quieras saber de mí, pero tenía que hacerlo. Me vi comprometido a
esto. No espero una respuesta. No es la primera vez que escribo mis
dudas sobre este hecho. Aún así aquí están de nuevo en un pedazo
de papel escrito en una cafetería cualquiera de Suiza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario