Estaba en un escenario diferente. La
cámara enfocaba directamente un hermoso jardín que no eran los
exteriores de la Mansión Lion. Era el lugar de los Blackwood. Un
lugar en el cual habían sucedido hechos increíbles, tan fascinantes
como perturbadores, siendo posible únicamente imaginarlos en novelas
negra o de terror. Estaban ambos perfectamente vestidos con trajes
elegantes, de corte clásico, y similares en color. El lugar donde se
hallaban sentados eran sillas de hierro blanco, muy elegantes y algo
incómodas.
-Bienvenidos una noche más a nuestra
cita ya tan habitual y esperada. Hoy tenemos la agradable sorpresa de
encontrarnos en los exteriores de Blackwood Farm. Aquí han sucedido
cosas terribles, pero también se puede palpar el milagro y la vida
-aquel encabezado provocó que en un segundo plano se observara la
fachada, las flores, la hierba bien cortada, los pequeños árboles
que una vez plantó Pops, el abuelo de Tarquin-. Somos invitados, y
prácticamente forajidos, en un ambiente único y en compañía de su
propietario -se giró hacia él con una leve sonrisa cortés, siendo
terriblemente educado-. Gracias por concedernos tu preciado tiempo y
bienvenido a ésta sección.
Sabía que se arriesgaba a ser echado
de aquel lugar. Mona en esos momentos estaba en sus brazos, por así
decirlo, y era el todavía gran amor de Tarquin. No le sorprendería
un mal gesto, sino que lo esperaba. El leve murmullo del pantano, que
era un gruñido de insectos de todo tipo, era algo adormecedor.
-Deseo preguntarte primeramente si ha
vuelto a tener función de hostal éste lugar, pues realmente parece
paradisíaco, y también por las ventas de productos de la granja.
Siendo un hombre de negocios estoy seguro que comprendes porque
pregunto primero por tu empresa. Estamos en un momento delicado a
nivel mundial, pero lo rural vende ¿vuelve a estar llena de
huéspedes tu encantadora Blackwood Farm?
-Buenas noches primero que nada -sonrió
con cierta timidez a las cámaras acomodando su traje sastre en color
negro, suspirando dándose algo valor- Blackwood Farm en sus inicios
fue una casa sin preceder o justificar su existencia por alguna
plantación. Simplemente fue creada por Manfred Blackwood en su afán
de ostentar un hogar distinto a todas las casas con una arquitectura
similar a las vistas por todo Nueva Orleans. Si bien, en un tiempo
sirvió de hogar de huéspedes y actualmente funciona solamente para
recorridos turísticos por las mañanas y ciertos eventos como el día
de acción de gracias, o la navidad, muy conocidos por numerosos
banquetes. La casa ahora la administra Nash mientras Jerome y el tío
Tommy se dedican a sus estudios.
Sabía que Manfred construyó aquella
mansión para regodear su dinero, sus gustos caros y sobretodo sus
excentricidades. Aquel hombre, el cual en breve podía ver la
grabación, era un ser extraño y ciertamente algo desequilibrado
debido a sus deseos de prevalecer en la memoria de todos por sus
gustos. Un hombre que fue tachado de extremadamente loco por
construir un santuario en medio de la nada.
-¿Qué sintió al conocer a Manfred?
Todos sabemos sus primeras impresiones de un hombre lloroso que
lamentaba tu suerte. Sin embargo, poco sabemos que es lo que
realmente sintió al poder conversar con él como hizo con Arion y
Petronia- aquella pregunta la adelantó, pero sin duda lo hizo porque
había salido a remarcar el nombre del que para los documentos era su
antepasado, aunque en realidad no lo era.
-Fue algo ¿bizarro?- se preguntó a si
mismo para después continuar- Sí, creo que sí. Bizarro y extraño,
pues aquella leyenda con la cual crecí explicándome que este se
volvió loco -frunció el ceño mientras torcía la boca, con cierto
desagrado, continuando la platica- y se fue a morir a Sugar Devil
Swamp descubriendo años después la verdad sobre este tema y asunto
fue... - un leve murmullo surgió de sus labios, pues meditaba acerca
de la respuesta rompiendo a reír por los nervios- Perdón, perdón
-se disculpó y prosiguió- ¿Halagador quizá? No, más bien me voy
por único, pues no llegue a imaginar que aquel extraño ser y mi
creadora llamada Petronia estuviese involucrada con su supuesta
"muerte" -alzó las manos entrecomillando la palabra
muerte.
-Petronia era una mujer dura ¿no es
así?-intervino cuando terminó sus comentarios. Realmente le parecía
un joven jovial y distendido que deseaba explicar como podía sus
impresiones. Un hombre en toda regla, elegante como él pero aún con
un aire infantil que se apreciaba en sus muecas. No podían
compararse uno con otro. David había vivido durante décadas como un
joven, después como un hombre adulto y prácticamente como un
anciano antes de cambiar de cuerpo con un traidor, un desgraciado
espécimen humano, que quería ser inmortal a toda costa- Fue
gladiadora, artesana y después ha seguido siendo tan sólo adorada
como si fuese una diosa. ¿Cómo calificaría la relación que tiene
en estos momentos con Petronia? Pues aún recordamos sus peleas casi
continuas.
-Le detesto y ella me detesta es lo
único que puedo decir -respondió con total sinceridad.
En esos momentos David se dio cuenta
que tenía ante él alguien sincero, el cual no iba a temblarle el
pulso para responder al resto de preguntas que tenía guardadas.
-Muchos de nosotros tenemos nuestras
propias aficiones. Algunos, sin duda alguna el más conocido y
excéntrico, es Lestat de Lioncourt. Varios han cultivado el arte,
como Marius o Petronia, en sus diversas formas y algunos se han
dedicado a contemplar el mundo y quererlo examinar de cerca como ha
ocurrido con Armand, Avicus o Louis – hizo una breve pausa
acomodándose en aquellos asientos tan incómodos. Agradecía la
vista, pero no las sillas- ¿En qué invierte su tiempo libre?
David invertía su tiempo libre en
seguir investigando. Desarrollaba en secreto varios informes sobre
sucesos paranormales, crímenes y manipulación de medios de
comunicación. Eran investigaciones caras, pero tenía dinero
suficiente con las inversiones que había hecho décadas atrás y
también con lo ahorrado en su larga vida de trabajo. Tenía una
posición social alta y podía tener ese capricho, también libros y
trajes caros que le sentasen como un guante. Mientras Tarquin pensaba
su respuesta él divagaba con una leve sonrisa. Un joven como él
tendría gustos refinados, pero sin duda la contestación le hizo ver
que era mucho más sencillo por dentro que en apariencia.
-Los libros siempre han sido una
constante en mi vida. Me gusta sentarme a la luz de la chimenea de la
biblioteca a leer un buen libro, soy de costumbres sencillas y algo
monótono – comentó con simpleza.
-¿Ha visto en la mansión el fantasma
de su tía? Pues tía Queen murió en esta enorme propiedad, son
numerosas las historias de fantasmas, y es posible que la hayas
podido observar alguna vez- dijo con una leve sonrisa. Pues sabía
que tanto él como Tarquin tenían esa pequeña particularidad.
-Merrick una vez dijo que ella se
dirigió a la luz.- el recordar a uno de sus grandes amores, el sólo
mencionarla, provocó cierta melancolía en su mirada que la cámara
captó con brevedad y que casi no pudo retener por más de unos
segundos- Allá se encuentra, fantasmas solamente a los que habitan
en el cementerio de resto... -se adentro unos instantes en su
memoria- Y no, creo no tener ni un encuentro con ellos desde hace
años.
Cuando se proponía una entrevista a
fondo, fuese con quien fuese, miraba los temas a tratar con
objetividad. Sobre todo, y ante cualquier circunstancia, prevalecían
los más importantes para los futuros espectadores. Ambicionaba y
codiciaba cierto deseo de ser escuchado, así como todos los que por
su rueda de entrevistas pasaba. Quería llevar los sentimientos más
allá de la pantalla, traspasarla y hacerles a todos partícipes de
la vida de los inmortales con los cuales solía conversar largamente.
-Sentimentalmente, y lamento hacerle
esta pregunta ya que puedo ser el causante de su dolor, ¿cómo se
encuentra? ¿Cree haber superado el abandono de Mona?
Un hondo suspiro y cambio de expresión
fueron el preámbulo de una respuesta poco agradable para Tarquin.
David parecía sereno, pero la tensión era intensa. Ambos eran
similares y a la vez dos polos opuestos. Mientras Tarquin tenía un
aspecto más aniñado y una actitud más juvenil, David tenía una
forma de ser más madura, taimado y a la vez con unos ojos que te
avisaban que también podía ser potencialmente peligroso.
-Amo a Mona pero si ella es feliz con
alguien más... así sea.
El amor no era siempre correspondido,
pero era loable que él pensara de esa forma. David supo que Mona
tenía suerte de ser amada por ambos de una forma tan sincera,
profunda e intensa.
-Como última pregunta ¿Qué se siente
al aparecer junto a su héroe en la novela en la cual usted termina
siendo el personaje principal y él un mero secundario?
-Extraño, sin embargo no muchos me
conocen no llegan a ese libro, recibo criticas buenas y malas. Creo
que gente hay para todo así como sus comentarios, no me disgustan al
contrario me agradan- asintió suavemente a las palabras de Tarquin,
recordando como algunos incluso confundían su vida con la de
personajes de obras que para nada eran similares.
-Hoy hemos estado con Tarquin- dijo
mirando hacia la cámara- Ha sido todo un placer conversar con él y
descubrir un poco de su personalidad. Pronto volveremos con más
entregas, las cuales espero que sean bien recibidas como hasta ahora
-esbozó una cálida sonrisa y se incorporó para estrechar la mano
de su entrevistado- Ha sido realmente un placer.
En ese instante, y no en otro, la
pantalla se fundió en negro permitiendo que los que habían visto la
entrevista al fin comentasen sus impresiones. Esperaba sin duda
alguna que Tarquin fuese más cercanos a ellos y descubrieran cosas
insospechadas en él, o quizás que no habían visto antes.
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