Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 19 de febrero de 2014

Tu amor

Bonsoir mes amis

Mi hermanito, Tarquin Blackwood, me ha pedido que hoy quiere entregaros esto para que podáis leer cuanto ama a Mona Mayfair. He decidido que sea el primero en abrir nuestras secciones de texto en el Jardín y por lo tanto el primero en abrir el día. 

¡Disfruten! 


El amor se olvida cuando no se recuerda la sensación mágica del primer día. Aún viene a mi mente tu rostro aniñado, redondo y salpicado de pecas. Tu pequeña nariz parecía perfecta y encajaba en tus pómulos marcados pero suaves, tan suaves como la piel que te envolvía y los lazos que adornaban tu cabello de fuego. Pequeña, casi diminuta, si te comparo conmigo que soy un torpe gigante. Tus ojos verdes eran lo más llamativo, pues parecían ser dos hermosas gemas. No puedo olvidar porque ese día supe que tú serías la mujer con la que compartiría todo.

No pretendo ser un príncipe que te rescate de los monstruos, pues yo mismo lo soy. Sólo quiero sostenerte entre mis brazos, acariciar tu cabello y besar tu cuello con dulzura. He perdido la cuenta de mis sonrisas desde que te conocí. Te has convertido en la única mujer que quiero a mi lado, pues me ofreces una felicidad que hace temblar mis cimientos.

Todo lo que necesito para ser inmensamente feliz eres tú. Sin ti las noches parecen vacías, como si el cielo hubiese perdido sus estrellas y la propia luna. La tranquilidad del silencio que me rodea cuando no escucho tus tacones, tu risa o simplemente el tecleo de tu ordenador es terrible. Eres la mejor música que puedo tener, pues tu melodía me recuerda a una canción de amor.


¿Olvidar este amor? ¡Jamás! No puedo olvidar algo que rememoro cada noche con una pasión desconocida.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt