Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 6 de marzo de 2014

Día de la Mujer Trabajadora

Ella cree que nunca me percato de la importancia de su trabajo. En ocasiones he comprobado como el cansancio la consume frente a las carpetas del hospital. Medita pacientemente cada párrafo e incluye las últimas novedades del paciente. Veo como ruega en silencio, deja el archivo y vuelve a mirarlo con intranquilidad para abrir el soporte online con el historial. A veces he podido comprobar por mí mismo como termina cansada, llorosa y culpable al cerrar una carpeta para siempre. Puede ser de hielo y a la vez vulnerable. Aunque intenta dejar a un lado sus sentimientos, como todo profesional, siempre cae alguna lágrima cuando son pacientes muy jóvenes.

Pensé que jamás volvería a verla. Me mantuve lejos de ella y comenzó a olvidarme. Sus hermosos ojos grises habían perdido brillo, su cuerpo cada vez parecía más consumido en la derrota y estaba segura que moriría sin alcanzar la felicidad. Michael estaba a su lado, la acompañaba, pero nada era igual. Ella ya no lo amaba como él deseaba, la confianza se había roto y las mentiras burbujeaban en los labios de ambos. Sin embargo yo estaba convirtiéndome en un fantasma, pura imaginación o superchería.

Iba a visitarla y observarla desde los cristales de la clínica, me dedicaba a enviar flores de forma anónima y rogar por ella. Quería que fuese feliz. Si intervine fue porque a pesar de ser una mujer adicta al trabajo, apasionada en todo lo que hace, le faltaba la chispa que yo intento provocar noche tras noche.

En pocos días será el día de la mujer trabajadora y yo he decidido conseguir el ramo más hermoso de flores. Un ramo gigantesco que confiera a su despacho vida. Para mí no hay nada más ni nada mejor que ver como sonríe al oler las rosas. Sé que ella está a mi lado, que no se marchará y que la vida nos depara grandes cosas. Pero aún así necesito celebrar todo con ella. Para mí es una mujer luchadora todos los días del año.

No quiero ser como esos hombres que se olvidan de dar las gracias. Deseo ser agradecido y sincero. Mi vida ha cambiado gracias a ella y conozco bien la felicidad. Ella forma parte de mi mundo y yo formo parte del suyo. Quiero ver como el mundo insufla grandes triunfos. Porque las mujeres fuertes son mucho mejores que nosotros los hombres, pues ellas son capaces de amar sin reservas y luchar hasta el último aliento.



Lestat de Lioncourt

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