Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 18 de noviembre de 2014

Mi amada Petronia

Arion dejó algo para Petronia. Creo que hacía mucho que no lo hacía. En fin, aquí está. 

Lestat de Lioncourt



Hemos existido milenios. Las vidas de cientos han desfilado como pequeñas hormigas frente a nosotros. He contemplado la vida ante mis ojos oscuros, pero los suyos también. Un derroche eléctrico de sueños, virtudes, desafíos, tinieblas, sangre, sudor, dolor y miseria. No hemos tenido misericordia cuando hemos deseado la sangre, aunque siempre han sido villanos retorcidos sin destino fijo en este mundo. Se han cavado miles de tumbas mientras sus espíritus al final eran libres. Ahora, cuando ya somos tan viejos como las ruinas del mundo, hemos sabido concentrar nuestra ansiedad y nuestra eterna vida en pequeños sorbos. No despreciamos la muerte, pero ya no somos parte de su proceso.

Cuando la encontré estaba desecha en pesadillas. No quedaba mucho de la mujer que alguna vez fue. Criada como un monstruo, con las tinieblas alrededor y la suciedad en su piel pegada. Mató a cientos para sobrevivir en un circo romano lleno de bestias, pero no la arena sino en los palcos. Tan hermosa, con los ojos enormes y amargos, decidí protegerla.

En estos momentos la veo firme, con un rostro frío y unos ojos apasionados. Me mira desde el balcón, apoyada ligeramente en la barandilla, mientras el aire de Nápoles acaricia sus largos cabellos negros. Parece un hombre, en ocasiones aparenta ser lo que realmente es. Camina entre la verdad y la mentira, la furia desmedida y el amor compasivo. Es un ángel. Los ángeles no tienen sexo, ¿no es así? Eso debería ser ella. Convertí a un ángel en un vampiro. Sí, eso hice.

Ella crea camafeos para recordar su oficio, engrandecerse con esas hermosas obras de arte y conseguir venderlas en el mundo entero. Se fascina ante la belleza de los materiales y saca de ellos auténticas tragedias griegas. He podido ver incluso salmos de la Biblia representados con gran precisión, pero lo que más ama son las viejas historias y leyendas que nos rodeaban. Grecia y Roma se rindieron a su ingenio. Yo, como cualquier hombre, también lo hice. Fue tachada de monstruo, pero finalmente el monstruo conquistó todos los corazones debido a la belleza de sus obras.

—Petronia, ¿qué ocurre?—he dicho guardando el tablero de ajedrez.

—Nada que no pueda solucionar creando una nueva obra. Esta vez será una de mis pesadillas...

Un volcán. Sé que es un volcán. Desde aquel fatídico agosto los volcanes son sus pesadillas. La lava consumiendo todo. El dolor generándose como si fuera un oasis terrible. El infierno desbordando Pompeya y llevándosela lejos de la realidad para convertirla en mito.


Ella es Petronia. Ella es mi hija, mi amante, mi amiga, mi compañera y también el ser más cautivador que conozco. No puedo atarla, pues es libre, pero sí abrazarla a pesar que lo evite.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt