Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 8 de abril de 2015

Viktor

Impacto. Fue un impacto. Como un chasquido de dedos. Fue algo que no puedo comprender todavía. Podría catalogarlo de milagro, pero quizás es demasiado precipitado. Al fin podía tener un instinto sexual depravado, como el de cualquier muchacho, con tan sólo unas inyecciones de testosterona. Simplemente me dejé impresionar. No me importó. Decidí que debía hacerlo, pues quería probar mis límites. Soy yo, el príncipe malcriado, el idiota irresponsable, el genio oscuro, la estrella del rock que aún cree que puede subirse a un escenario igual que Bon Jovi y no alguien responsable, comedido y razonable. No soy ningún inadaptado que tiene miedo a comprender la ciencia, aunque para mí sigue siendo un misterio. Quiero saber, comprender hasta la última palabra, pero mi entendimiento en ese ámbito es limitado. Puedo comprender sus maravillas, aceptar sus errores, ver con cierta ilusión la magia de la evolución de sus estudios y lo precipitado que puede llegar a ser todo. Disfrutar del contacto, la piel contra la otra, el calor, los fluidos mezclándose, los besos intensos y esos ojos llenos de deseo. Sí, extrañaba el aroma del sexo impregnando mi ropa. Por eso accedí.

Recuerdo que quise ofrecerles algo más que unas muestras. Ellos se sintieron halagados porque yo había aceptado ese juego. Desconocía por completo que un hijo mío iba a nacer. Que mi esperma iba a ser válido y que realmente no estamos muertos. ¿Cómo íbamos a estarlo? Yo era un estúpido. Creo que todos lo fuimos. Creíamos que éramos simplemente muertos que volvían a la vida y no se nos podía matar con facilidad. Mentira. Estaba equivocado. Sólo somos mutantes. Igual, tal vez, que los Taltos. Unas criaturas que conocí en otras de mis aventuras. Seres distintos, pero similares a los humanos. Eso éramos. Y todos formamos parte de una tribu, de un todo, y ese todo es un ser vivo que se unía a través de los siglos.

Podría hablar sobre ésto durante mucho tiempo. Quizás susurraría el nombre de Viktor una y otra vez. Mi hijo, mi heredero biológico, que ya posee mi propia estatura, sonrisa y ciertos sentimientos similares a los míos. Puedo decir que tengo un clon, otro ser igual a mí. Un ser que podría ser temido si se convierte a la sangre, ¿por qué? ¿Imaginan a otro irresponsable jugando con sus posibilidades, el arte, la ciencia y todos sus privilegios? ¡Sería peligroso! Pero éste hecho, y no otro, ha logrado sin duda alguna sacarme de mi depresión y hacerme despertar.

El peligro no ha pasado. Las aventuras no han finiquitado. El mundo no está del todo a salvo. Hay muchas cosas que decir. Tengo mucho que contar.


Sólo puedo decir que sigo amando, sigo deseando, sigo soñando y sigo vivo.

Lestat de Lioncourt   

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt