Jesse sabe como dar las gracias. Creo que todos deberíamos agradecer la enorme labor que realiza David, sin embargo soy incapaz de hacerlo más allá de unas escuetas palabras. Aquí las suyas.
Lestat de Lioncourt
Siempre me has dado consejos que
ocasionalmente no he tenido en cuenta. A veces me preguntaba si esa
pose gentil, diplomática y meticulosa era sólo una ilusión o un
verdadero dogma de fe. Recuerdo como tu voz, ajada por los años,
mostraba el alma de un hombre complejo y fiel a sus principios. Amaba
el olor de la fragancia de afeitar que usabas y como me estrechabas
con calidez la mano, sin importarte lo extraño que me llegase a
parecer tanta distancia entre ambos. No me importaba tu edad y lo que
pudiesen pensar algunos miembros de la orden. Tú eras algo más que
un amigo. Eras mi ejemplo a seguir. Deseaba llevar una vida intensa
para, al final de mis días, acabar con la recompensa de una mente
privilegiada, un alma llena de recuerdos y cómplice de miles de
aventuras, como tú poseías.
Me enamoré de tu perseverancia y
disciplina. Jamás vi en ti a un hombre derrotado, dado por vencido
ante la imposibilidad. Nunca te rendiste. No eras de bajar los
brazos. Siempre te vi como el hombre fuerte y constante, el alma de
una sociedad que parecía desvencijada y polvorienta. Tú hacías
grande la orden y proyectabas una sombra alargada sobre cualquier
novicio. Te admiraba terriblemente y esa admiración ha crecido con
el paso de los años.
En estos momentos, cuando me queda
nada, tengo tu compañía como bálsamo a mis heridas. Puedo ver en
tu nuevo rostro al hombre que amaba, admiraba y ambicionaba. Quería
ser como tú y como Maharet. Todavía no soy capaz de librarme de mis
propios fantasmas, pero sé que llegaré a tener la fuerza que tanto
ambiciono si tú me ayudas. Serás mi apoyo y también los brazos en
los cuales me refugie cuando todo parezca derrumbarse otra vez. Somos
cómplices de una historia que nunca acabará, o al menos espero que
así sea, porque no sabría que hacer sin tus consejos y tu profundo
respeto, amor y complicidad.
No espero respuesta por tu parte. Sólo
deseo que me abraces como normalmente lo haces, beses mi frente y
aceptes mi compañía. Te necesito más que nunca. Estoy derrumbada y
tú eres la luz al final de éste oscuro túnel. Gracias por tu apoyo
y por no decepcionarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario