Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 29 de junio de 2015

Querido superior

Jesse sabe como dar las gracias. Creo que todos deberíamos agradecer la enorme labor que realiza David, sin embargo soy incapaz de hacerlo más allá de unas escuetas palabras. Aquí las suyas.

Lestat de Lioncourt


Siempre me has dado consejos que ocasionalmente no he tenido en cuenta. A veces me preguntaba si esa pose gentil, diplomática y meticulosa era sólo una ilusión o un verdadero dogma de fe. Recuerdo como tu voz, ajada por los años, mostraba el alma de un hombre complejo y fiel a sus principios. Amaba el olor de la fragancia de afeitar que usabas y como me estrechabas con calidez la mano, sin importarte lo extraño que me llegase a parecer tanta distancia entre ambos. No me importaba tu edad y lo que pudiesen pensar algunos miembros de la orden. Tú eras algo más que un amigo. Eras mi ejemplo a seguir. Deseaba llevar una vida intensa para, al final de mis días, acabar con la recompensa de una mente privilegiada, un alma llena de recuerdos y cómplice de miles de aventuras, como tú poseías.

Me enamoré de tu perseverancia y disciplina. Jamás vi en ti a un hombre derrotado, dado por vencido ante la imposibilidad. Nunca te rendiste. No eras de bajar los brazos. Siempre te vi como el hombre fuerte y constante, el alma de una sociedad que parecía desvencijada y polvorienta. Tú hacías grande la orden y proyectabas una sombra alargada sobre cualquier novicio. Te admiraba terriblemente y esa admiración ha crecido con el paso de los años.

En estos momentos, cuando me queda nada, tengo tu compañía como bálsamo a mis heridas. Puedo ver en tu nuevo rostro al hombre que amaba, admiraba y ambicionaba. Quería ser como tú y como Maharet. Todavía no soy capaz de librarme de mis propios fantasmas, pero sé que llegaré a tener la fuerza que tanto ambiciono si tú me ayudas. Serás mi apoyo y también los brazos en los cuales me refugie cuando todo parezca derrumbarse otra vez. Somos cómplices de una historia que nunca acabará, o al menos espero que así sea, porque no sabría que hacer sin tus consejos y tu profundo respeto, amor y complicidad.


No espero respuesta por tu parte. Sólo deseo que me abraces como normalmente lo haces, beses mi frente y aceptes mi compañía. Te necesito más que nunca. Estoy derrumbada y tú eres la luz al final de éste oscuro túnel. Gracias por tu apoyo y por no decepcionarme.  

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt