Lestat de Lioncourt
Querido amigo:
Hace algunas semanas que no nos vemos
frente a frente. No eres un apasionado de las nuevas tecnologías,
aunque intentas comprender éste mundo tan distinto al que tú
conociste. Me alegra que hayas entendido que te necesitamos, aunque
dudo que puedas ser del todo consciente. Creías que no te
necesitábamos, te habías aislado y te habías convertido en algo
que no eres.
Tú siempre has sido independiente y
solitario. Jamás has permitido que te aplastara la soledad que
siempre te acompaña. Buscas insaciablemente la verdad, al igual que
yo lo hago con otros medios. Eres mi amigo. Te quiero, Lestat. Eres
admirable pese a tus terribles errores. Todos hemos aprendido de ti a
luchar por nuestros sueños, a no dejarnos vencer, a crecernos ante
las dificultades y tú no te has percatado. Eres el héroe, el santo,
el caprichoso y berrinchudo.
Admiro tu capacidad de sonreír pese a
tu dolor, así como la forma en la cual lloras hasta dejar que las
penas se ahoguen solas. Posees una elegancia indecible incluso con
las prendas de una estrella del rock de otros tiempos. Eres la viva
imagen de la lucha y la fuerza. Posees un corazón inquebrantable y
sabes pedir disculpas cuando fallas.
Quería escribirte ésta carta para
rogarte que vengas. Deseo que vengas aquí. Podía llamarte, hacer
que Amel escuchara mis pensamientos y te los transcribieras, pero
eres un apasionado de otra época. Creo que todavía miras el buzón
para comprobar si hay alguna postal o carta. Espero que éstas
palabras de admiración despierten al orgulloso que hay en ti. Ven
conmigo, quiero que veas lo que Jesse ha logrado hacer junto a Thorne
y a mis propias manos desnudas. Hemos reconstruido lo que Rosh
destrozó con tanta facilidad.
Te espero en mi nuevo emplazamiento,
que no es más que una biblioteca inmensa en mitad de la selva, junto
a mi hermosa pelirroja y éste noble vikingo. Ven, te esperamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario