Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 8 de noviembre de 2016

Esperanza...

Maldito Armand... aunque tiene razón en mantener cierta ¿esperanza? ¿Fe? Quizás es necesario mantenerla.

Lestat de Lioncourt 



Quedé atónito cuando Lestat llegó hasta nosotros con ese aspecto tan poco favorecedor. Había perdido un zapato, sus prendas estaban sucias, le faltaba un ojo y se veía visiblemente alterado. David Talbot de inmediato se comunicó con Maharet, la cual no dudó en trasladarse hasta donde nos encontrábamos. Aunque no fue la única. Muchos milenarios aparecieron asombrados por la narración de Lestat y el velo de la Verónica que había traído consigo.

Al principio balbuceaba, pero luego empezó a contar una historia impresionante sobre una criatura que ya creía mitológica. No era una fábula para que los niños se portaran bien y se marcharan temprano a la cama, sino algo real. Al menos, él lo había visto y no se contradecía ni una vez en su relato. No obstante, no somos crédulos. David intentó hacerle llegar su oposición a creer que existía de verdad dicho ser, el tan temido demonio o enemigo de Dios.

Allí, entre ambos, recordé a Santino frente al fuego contándome la historia de la fundación de la secta a la cual pertenecimos. Las llamas se alzaban hasta el cielo nocturno cargado de estrellas. Las ascuas tenían un aroma que no puedo olvidar. Soy incapaz de borrar situaciones así de mi mente, pues se quedan tatuadas y es imposible que las deje a un lado. En ese momento, recordar aquello, me dio fe.

Santino solía decir que un vampiro es un ser oscuro, criado y alimentado para obedecer a sus instintos asesinos. Somos la muerte misma, pero también seguidores de las sombras. Vagamos por estas, nos involucramos terriblemente con el mundo y arrebatamos la cordura. Hacemos el mal en la tierra para enderezar algunas almas, las mismas que luego juzga Lucifer y son enviadas a Dios o dejadas en el infierno.


Supongo que es una teoría demasiado idílica. No obstante, Lestat contaba algo similar sobre Memnoch. Sí, así se presentaba. Decía que creó el infierno por amor. Aunque él no lo llamaba infierno, sino que le daba la denominación clásica: Sheol. Sus argumentos me convencieron, pero aún más cuando habló sobre la discusión con Jesús y cómo limpió su rostro aquella mujer llamada Verónica. Fue extraño y terrible, pero también maravilloso. De nuevo la fe se instaló en mi corazón.

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt