Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 23 de julio de 2017

Infierno

Oberon y su visión de lo ocurrido en la isla.

Lestat de Lioncourt 

Había escuchado la última discusión de la mañana. Mi madre había gritado de nuevo a mi padre mostrándose iracunda, salvaje, desenfrenada y para nada dialogante. Ella tenía una verdad y esa verdad era la única. Él simplemente permaneció de pie, con las manos colocadas sobre la mesa con las palmas extendidas y el rostro en un rictus que no supe comprender. Parecía pedir paz y que le escuchase, pero lo hacía en silencio absoluto. Supongo que jamás pensó que la convivencia fuese tan difícil, sobre todo cuando te despiertas cada día con un insulto nuevo, un golpe sobre la mesa o un jarrón estrellándose muy cerca de su cabeza.

La playa estaba tranquila. La arena dorada y fina se extendía sobre varios kilómetros y apenas había oleaje. Pude ver una bandada de aves tropicales cruzando el cielo entre las escasas nubes. El calor empezaba a provocar que el sudor apareciera en mi frente y mis largos cabellos negros hondeaban suaves por la brisa. Apenas llevaba unas bermudas blancas y unas sandalias de cuero marrón. Parecía un náufrago intentando hallar los restos del barco.

No muy lejos estaba el muelle donde teníamos las potentes lanchas a motor para ir a la siguiente isla, donde conseguíamos los productos necesarios para mantenernos vivos. Pero justo estaba huyendo de allí, porque a diez metros se hallaba mi “hogar” y era un auténtico infierno. Al otro extremo de la isla se hallaba mi lugar favorito, el cual era un pequeño acantilado. Me gustaba sentarme al borde y poder ver las olas golpeando la roca erosionándola como hacía desde la formación de la isla.

Necesitaba ir allí para despejarme, pero algo me detuvo. Un grupo de mis hermanos estaban colocados en círculos hablando de venganza contra nuestro padre. Ellos decían que él nunca había sido un buen gobernante y que sus imposiciones eran devastadoras para nuestra especie, la cual debía ser líder por encima de los humanos. Me quedé callado observándolos y ellos hicieron lo mismo al percatarse que estaba allí.


Tuve que huir. Se incorporaron rápido y vinieron hacia mí para poder callarme. Corrí cuanto pude y lo hice en dirección al infierno del cual surgía. Gritaba el nombre de mi madre y el de mi padre. Después no recuerdo mucho más. Sólo sé que poco después supe que ambos estaban muertos y yo me veía condenado a las órdenes de un mafioso local. El sueño del Pueblo Secreto se dilapidó y sólo quedó ruinas.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt