Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 21 de septiembre de 2014

El dios de tu mundo

Marius ha decidido hablar de nuevo sobre sus sentimientos, o más bien sobre sus cagadas. 

Lestat de Lioncourt


El amor no es todo. La sabiduría busca consuelo en el corazón, pero la razón y el orgullo provoca que nos alejemos. Mi camino se ha marcado hacia otros rumbos, aunque es cierto que todos los caminos conducen a la perdida de conciencia y al influjo de los sentimientos. He aprendido a vivir en soledad, del mismo modo que desde joven tuve que soportar las comidas sociales y las fiestas joviales. Mis ojos fríos reducen a polvo a todo aquel que perturba mis emociones. Me he convertido en un monstruo colérico, a pesar de mi paciencia y mi deseo de sentir cerca a todo aquel que necesito.

Él fue para mí la redención. Igual que un ángel concede el amor, puro y exótico, él lo hizo. Abrió sus brazos como si fueran alas, me rodeó con euforia y permitió que lo besara encendido como una antorcha. El calor que sentí en mi pecho hacía siglos que no lo percibía. Su cabello rojo era la mecha de una pasión que sigue perdurando. Aquellos ojos castaños, tan profundos y llenos de vida, me arrojaron al paraíso de los pecados más complacientes. Sus labios, de pétalos de rosa, se convirtieron en la fuente de todo mal. El mal de los sabios asechaba. Quería ser su Dios, tal y como pedía, llegando a ser el Mesías en mitad del desierto proclamando al mundo la belleza del arte. Sin embargo, me convertí en el monstruo de sus pesadillas.

No puedo pedir disculpas. He hecho tanto daño que no puedo pedir siquiera su perdón. Juzgué mal sus sentimientos, dejé a un lado su dolor y jamás fui a buscarlo cuando lo arrebataron de mis brazos. He intentado poner remedio a mi torpeza, pero sólo divido nuestros mundos como su Moisés las aguas del mar muerto. Él cree en los santos, yo sólo creo en lo que pinto. Se ha alejado de mí por completo y preferido abrazar la fe, otros cuerpos y el tiempo.


Hoy lo vi. Sentado en los peldaños del hall de entrada de uno de los edificios más carismáticos de New York. Ha huido de mí. Busca un emplazamiento distinto cada cierto tiempo. Él viaja. No me informa de dónde está y cuando me aproximo me mira con rencor. El amor que me profesaba se está perdiendo y el dolor me está lacerando el alma. Pronto no quedará nada. Convertiré en polvo todo lo que he amado por terquedad, ceguera y terribles males. Quise acercarme, besar su frente, y rodearlo con mis brazos como tantas veces. Sin embargo, él no lo deseaba ni me necesitaba. He perdido.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt