Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 20 de octubre de 2014

Danza junto a mí.

Quinn otra vez diciéndole cosas a Mona. No diré nada. No diré absolutamente nada... ¡Maldita sea! ¡Nos deja a todos como si fuéramos simples idiotas! Deja de escribir cosas románticas de esa forma... ¡Todos quedamos mal por tu culpa!

Lestat de Lioncourt


Dulces pecados son tus labios, los cuales rozan mis mejillas como si fueran turbios poemas de amor inconfesable. Tu cabello es fuego que arde en las noche más oscura. Puedo ver soldados batiéndose en duelo en los verdes prados irlandeses que son tus ojos. Tan hermosa, tan pecaminosa y tan fuerte. Recuerdo tu voz suave tocando mi alma mientras tus manos, tan suaves como plumas de ángeles, agarraban mi corazón con deseo. Me has envuelto en un hechizo sin cura conocida. Los besos de amor son como demonios que te hacen caer en los infiernos, pero es el cielo lo que tocas. Puedo tocar el cielo si apareces en mi casa, con esos desafiantes tacones y una perversa sonrisa. Tan pequeña y seductora. Por siempre joven.

Pecado eso eres. Un pecado completo. Me has hecho caer a tus pies. Es increíble que esté tan enamorado. Soy feliz cuando me rodeas con tus encantadores brazos y me hace tocar la sinfonía del placer. Hermosa mía, somos dos demonios. Yo he conquistado tu calma y tú has hecho que mi calma sea infierno. Quiero gritar contigo por el sendero oscuro, alzarnos entre los muertos que cayeron sin una gota de sangre. No hay que desperdiciar el oro rojo.

Envuélvete en satén, querida mía. Hoy bailaremos en los pantanos. Brindaremos con la locura y la juventud por lo que tenemos. Tenemos una cita. Ven conmigo. Nos alzaremos entre las sombras y nos reiremos de la muerte. Nosotros cambiamos el destino. Decidimos ser los afortunados ángeles que fueron tocados por un Dios terrible.

Ya no hay fantasmas. No existen responsabilidades. Seremos eternamente jóvenes en una isla perdida. Tú y yo. Ophelia y Abelardo. Por siempre unidos con los dedos entrelazados. Unidos por el amor, la pasión y la eternidad. Sonreiremos mientras bailamos. Por favor, toma mi mano y únete a mis terribles secretos, pues son los mismos que los tuyos.


Recuerda... recuerda... los cuentos de hadas no existen hasta que no son escritos. Nosotros escribiremos el nuestro.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt