Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Hermanito

Siempre pensé que te encontraría cuando quisiera. Jamás creí que te perdieras en mitad de la oscuridad. Tus pasos ya no los encuentro, es como si los hubiesen borrado a conciencia para que olvidara tus vibrantes ojos azules. Sin embargo, todo lo que hemos vivido es imposible olvidarlo tan fácilmente. Nadie podrá romper el vínculo que nos unió. Era una hermandad cuasi perfecta que se ha convertido en uno de los pasajes más extraños de mi vida.

Apareciste de la nada con tus gestos torpes, tus ojos ilusos y una juventud cargada de estúpidos pensamientos sobre mi heroicidad. Me amabas sin conocerme, como si fueses un simple mortal. Amabas los libros que yo había escrito, el eco de mi voz en el tiempo convertidos en éxitos de venta. Esos dedos largos, suaves y delicados me hablaban de una esmerada educación. Tu ropa bien elegida, el cabello delicadamente cepillado y tus labios temblorosos decían a gritos que eras sólo un niño dándoselas de hombre.

En mi época los hombres se curtían peleando, cazando, luchando por la supervivencia y aceptando su destino con absoluta resignación. No eran como tú y como yo. Sobre todo no eran como tú. Se habían dedicado a tenerte entre almohadones dándote todo. Cuando te viste indefenso frente al monstruo que alimentaste, porque no dejaste de enfrentarte a él causándole curiosidad y admiración, no pudiste correr ni usar las escasas armas que poseías.

Tarquin siempre serás el chico que vino a visitarme, el muchacho que estaba aterrado por el fantasma de su hermano y que había sido convertido de la forma más bruta que jamás he escuchado. Tu narración me calentó el corazón y provocó que te amara. Tu admiración me hizo estallar en carcajadas unísonas a las tuyas. De haber sabido que te tomaría tanto cariño jamás habría permitido que te fueras.

Quinn... faltan tus flores en el cementerio. Tía Queen está esperándote enterrada allí, con sus pequeños huesos y su elegante traje, igual que tus abuelos. ¿No extrañas la ciudad? ¿No echas de menos el Carnaval y las celebraciones más típicas? Ya hay villancicos y yo no puedo dejar de recordar como llorabas con Noche de Paz. Hermanito, ¿qué te hemos hecho para que no regreses a casa? Dile a esa pelirroja peligrosa y atractiva que se cuelgue de tu brazo, sonría y te diga con suma inteligencia que es hora de volver a casa. Volved. La voz se ha llevado a cientos, pero quiero pensar que vosotros sois tan inmortales como mis recuerdos.




Lestat de Lioncourt 

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Lestat de Lioncourt