Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 23 de mayo de 2015

Amor

El amor es importante para nosotros. Amamos la belleza, pero también amamos a otros que nos hacen sentir emociones que muchos creen que no deberíamos tener. 

Lestat de Lioncourt


Creo que todavía no soy consciente de todo lo que ha pasado en las últimas horas. Mi cabeza da vueltas. Quizás no he sido consciente hasta ahora de todo lo vivido, pues no he llegado a comprender del todo la suerte y la maldición que cabalga por mis venas como si fuese la droga más pura. No puedo creer que ella esté a mi lado. Es un sueño hecho realidad. Ella siempre fue mi esperanza, aunque creí que no volvería a tenerla entre mis brazos. Sin embargo, la hubiese acompañado al infierno si era necesario. Habría caminado por las ardientes brasas y contemplado los más terribles horrores.

Hoy por primera vez puedo decir que descansaré con el alma tranquila y el corazón palpitando. Mis emociones, las cuales parecían náufragas en un mundo de silencio y oscuridad, vuelven a sentirse vivas y surgen de su tumba para entrelazarse con las suyas. Dicen que estamos muertos, pero soy firme defensor que no hemos estado jamás tan vivos como en estos momentos. Puedo contemplar sus labios carnosos, sus mejillas llenas salpicadas de pecas, el rubor que éstas poseen, la magia de su cintura retorciéndose mientras busca hacerse hueco en mi pecho y sus ojos profundos, de un verde intenso como la esmeralda que una vez estuvo colgando de su cuello, revolviendo cada uno de mis recuerdos. Sus dedos juegan con mi cabello rizado, se deslizan desde mi frente hasta mi nuca. Sé que ella está experimentando la emoción de una nueva vida.

Jamás creí que el amor existiese. Pensé que no estaba dispuesto a encontrarlo. Deseaba evitar por todos los medios fundirme con otro ser. No buscaba el amor. Creo que nunca tuve la oportunidad de experimentar un abrazo sincero, más allá de alguno reconfortante pero carente de emociones. Ella se abrió a mí como una hermosa flor de fuego en medio de un jardín oscuro, tenebroso e infestado de insectos cargados de dolor. Ya nada importa. Todo lo que quiero está en mis brazos, tumbada a pocos centímetros, siendo mi esperanza y la solución a todas mis lágrimas. No esperaba que ella apareciera, pero lo hizo provocando que surgiera en mí la felicidad de la cual no creía ser merecedor.

A pesar de haber estado rodeado de personas me sentía solo. Su recuerdo era lo único que me reconfortaba. La verdad que ella me ofreció, el misterio que siempre llevó en sus palabras, y la complicidad de sus besos eran lo único que me hacían seguir caminando buscando una solución. Sin embargo, no podía ir al hospital. Era un vampiro. Los brujos y los vampiros no suelen tener relaciones cordiales. Sabía que podía terminar desterrado de éste mundo. Pero eso no me impedía imaginar mis pasos por los pasillos, caminando entre las salas, transportando flores silvestres en un gigantesco ramo y dejándolo en la cama donde ella yacía adormilada. Allí la secuestraría, la llevaría conmigo y la haría mía. Si bien el resultado de éste cuento ha sido mejor. No he tenido que romper cadenas. Ella las ha roto, ha venido a por mí y me ha buscado como fuente de verdad y eternidad.


Si tuviese que definir lo que estoy viviendo sería felicidad, pero la verdad es que tan sólo es amor. Y la palabra amor engloba todos los buenos sentimientos, emociones y recuerdos que uno puede hallar en la vida... aunque la vida sea eterna.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt