Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 20 de junio de 2016

Humanamente soy así.

Admito que amaría conocer a Petronia. Estoy seguro que no me llevaría mal con ese "monstruo". Para mí me parece valiente porque ha seguido defendiendo la verdad, su verdad, más allá de lo que otros puedan creer. 

Lestat de Lincourt 



—Ya carezco de la ingenuidad que poseía cuando era joven. He dejado atrás la inocencia para adentrarme en el dolor y la amargura aceptando la realidad que me ha tocado vivir. De nada vale soñar cuando es imposible cambiar la verdad que cargas como un estigma pesado. Sólo codicio deseos, o pequeños cambios en mi preciado mundo, cuando son posibles o creo que puedo alcanzar la meta. Quizá muchos dirán que soy un ser descontento, pero sólo soy realista—dije en voz alta dictándole a Manfred. Quería dejar constancia de mis sentimientos de una buena vez.

—Petronia, ¿crees que es bueno empezar así tus memorias?—preguntó dejando sobre el folio el bolígrafo entretanto se reclinaba en la silla y me observaba de soslayo.

—Agarra de nuevo el bolígrafo o te lo comes—contesté.

Rápidamente volvió a la postura inicial de escritura mientras pensaba la forma en la cual proseguir. Tenía que contar lo que sentía sin hundirme en la angustia. Así que simplemente me senté a su derecha, usando un pequeño taburete que me ayudaba como mesa auxiliar cuando trabajaba, y apoyé la cabeza en su hombro.

—No soy lo que todos ven. Ni siquiera soy lo que yo quiero ver. Simplemente este monstruo respira esperando que un día alguien, además de su creador, se de cuenta que ama. Sí, poseo bondadosos sentimientos, pero pocos quieren aceptarlos. De hecho, creo que nadie acepta que yo los tenga—él paró dejando de nuevo el bolígrafo sobre el papel, se giró hacia mí y me abrazó besando mi frente. Fue un gesto íntimo y tierno que pocas veces aceptaba.

Cerré los ojos imaginando mi vida de haber sido un hombre normal. Pensé en mi trabajo labrando el campo, pescando o simplemente marchando a la guerra. Nadie me hubiese golpeado, abusado de mí o lanzado contra otro gladiador. Sonreí dibujando en mi mente hijos que no tuve, un mujer a la que amar y un amante masculino al que visitar porque mi sexualidad sí que está definida. También, claro está, me he imaginado como mujer. He aceptado la condición de ese género mil veces en mis fantasías y también poseía familia, una vida digna y momentos agradables. Quizá jamás habría acabado siendo un vampiro, pero al menos habría sido absolutamente feliz. 

Sabía lo que era. Me habían negado desde nacimiento tener un género. Era una hidra con dos géneros que acabó entre gruesos barrotes llorando. Si ya es terrible sentirte despreciado aún lo es más tener que asumir ese dolor siendo esclavo.

Admito que durante siglos en mi despertar deseé ser mujer, pero luego me di cuenta que sólo quería serlo para parecer frágil frente a Arion y conseguir así su amor. Es algo que tengo que aceptar. Mi lado masculino es el más cómodo, con el que más me identifico, pero tengo que combatir la verdad y asumir que no soy ni lo uno ni lo otro. Ahora a todo lo que vivo lo llaman intersexualidad, pero la verdad es que ya estoy cansado de luchar para comprender qué demonios soy. En estos momentos sólo quiero sentir algo de amor y paz. 

Me eché a llorar en silencio y él me rodeó con firmeza. Podía notar la tela de su chaqueta acariciar mis mejillas, su suave colonia golpeaba mi nariz, mientras escuchaba su voz tararear bajo viejas canciones que a veces ponía en el gramófono de la sala. Sé bien que me quiere aunque no me comprenda del todo. El único que logra comprenderme con todas las malditas consecuencias es Arion y justamente no estaba. Hacía algunos días que se había marchado mi maestro porque quería que mis camafeos se vendieran por todo el mundo. Yo sólo quería fabricarlos para él, pero tenía razón que podía ser un buen negocio otra vez justo ahora que volvían a estar de moda para los modistos en las pasarelas más sofisticadas.

—¿Quieres seguir tus memorias?—preguntó.

—Más tarde... ahora sólo abrázame—dije—. Pero como me eches esto en cara dentro de unos días, o incluso dentro de unos años, soy capaz de partirte en dos como una ramita seca—advertí incorporándome para advertirlo mirándole a los ojos, después volví a recostarme sintiendo la calidez de su abrazo.



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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt