Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 20 de septiembre de 2015

Brujos

Daniel ha decidido hablar hoy de brujería, en concreto de Talamasca, Mayfair y el origen de la disputa de Akasha y Las Gemelas. 

Lestat de Lioncourt


La Santa Inquisición los perseguía, la gente inculta les arrojaba piedras mientras que, de espaldas a la muchedumbre, pedían su ayuda, y los nobles, así como los burgueses, se dejaban llevar por las supercherías de aquellos que tanto temían. No importaba realmente el lugar que ocupara en el mundo, pues aquellos dotados de ciertas virtudes se convertían en centro de las miradas, miedo y adulación de la gran mayoría.

Las quemas de brujas se extendieron por todo el mundo “conocido”. Si bien, en los lugares más recónditos se les tenía como ayudantes mágicos, mediadores de los dioses y espíritus, que lograban que la lluvia cayera sobre el poblado o que el monarca recuperara una gran extensión de territorio. Mientras algunos ardían, como Juana de Arco, convirtiéndose ocasionalmente en santos; otros, más afortunados, provocaban cierta admiración en la tribu donde ejercían de consejeros y médicos al uso.

Talamasca se vio perseguida durante varios siglos. Eran señalados como una organización para nada agradable a la vista de aquellos que se creían hombres de bien, seguidores de Cristo y gente santa. Ocasionalmente se dejaban ver alrededor de las quemas de los inocentes brujos y brujas, intentando impedir la masacre y rogando con monedas de oro, e incluso otros bienes más preciados, que dejaran escaparse a las mujeres y hombres que ardían irremediablemente en las ascuas.

Muchos conocerán la historia de la familia más famosa en cuestión de brujería: Los Mayfair. En los archivos de Talamasca podemos ver su vinculación con la orden, el poder ejercido de un espíritu entre ellos y como éste los doblegó hasta cumplir sus propios deseos. También conocerán el origen de Las Gemelas y el enfrentamiento con la antigua monarca de Kemet, el hermoso Egipto antiguo, que se convirtió a ojos de todos en una diosa. Muchos, por no decir todos, conocen el poder que tiene David Talbot, el cual sigue contactando con los espíritus de los muertos y escuchando cosas que nadie más daría crédito. David, el viejo director de la orden y el amigo íntimo de Lestat de Lioncourt, uno de los vampiros más famosos y el más poderoso actualmente.

Cuando era joven creía que las brujas eran las típicas mujeres que se ven en los disfraces de Halloween. Las mismas que morían en las calderas por unos niños entrometidos, aplastadas por una casa en mitad de Oz o que perseguían a las bellas y encantadoras princesitas de Disney. Actualmente no las veo así. Es cierto que me divierto con las películas cargadas de humor de brujas ligeramente feas, que son capaces de hechizarte con canciones pegadizas o que te enamoran pese a su fealdad. Pero no todas las brujas vuelan con escobas, tienen gatos y la piel verde. La mayoría son gente común y corriente. Sobre todo aquellas que usan el vudú, los espíritus o su poder mental para averiguar todo de ti.


Ahora mismo me encuentro frente a varios grandes volúmenes, algo polvorientos y ajados, de registros de familias enteras con poderes psíquicos. Algunas de ellas son activos miembros de Talamasca, colaboradores o viejos enemigos de la orden. Hay quienes ni siquiera pertenecen a un bando u otro, pero son investigados porque hay un espíritu que les ayuda igual que El Hombre con los desdichados Mayfair. Yo, un vampiro, me encuentro fascinado por el poder de gente mortal, común y corriente, que viaja en el metro, descapotables o en moto. Aquellas que pululan por las aceras, hablan con sus teléfonos móviles o aplauden en las atestadas salas de cine de las ciudades más hilarantes. Los mismos que sonríen felices en fotos familiares o se encuentran en las aceras de cualquier ciudad sin nombre. No importa su dinero, ni su origen y tampoco el color de su piel. Tan sólo importa el poder que les hace ser tan interesantes, temidos y poderosos.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt